Sí, ¿por qué no jugar? ¡Con un pequeño desembolso podría yo sacar una buena utilidad!
Desde el punto de vista de la Ciencia Cristiana ¿está mal jugar por dinero? Sí, porque no está de acuerdo con la ley de Dios, la voluntad divina. Quien juega por dinero confía en el azar, en la suerte, en un accidente “feliz” para recibir el bien. Dios exige que veamos que Él, el Principio infalible e invariable, no sólo es el creador y gobernador del hombre y del universo, sino el proveedor de todo bien. El Dios que es Amor provee de bien suficiente para toda Su creación, la cual es espiritual. Y quien se dé cuenta de esto puede demostrarlo — demostrar que aun en este plano de existencia no es necesario que algunos pierdan para que otros ganen.
En realidad, no hay tal cosa que se llame suerte, buena o mala. El método de Dios de gobernar a Su creación espiritual es mediante el ordenado desarrollo del bien, no mediante la falaz suerte. En realidad, cada uno de nosotros, como idea espiritual de Dios, está por siempre unido al bien infinito e infalible, Dios.
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