Algunas cosas jamás debieran darse por sentadas. Una de ellas es el tratamiento en la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens).
Imagínese que usted formó parte de ese grupo de gente que presenció el momento en que Cristo Jesús se vio frente al hombre con la mano seca. Suponga que usted realmente escuchó a Jesús decir: “Extiende tu mano”. Mateo 12:13; Y que mientras usted presenciaba esto, la mano fue restaurada sana. Debió haber sido un acontecimiento maravilloso. ¿Cómo podía uno dejar de conmoverse profundamente por esta curación?
Y, sin embargo, algunos de los que la presenciaron no se conmovieron profundamente — al menos no en una forma positiva. Algunos estaban disgustados. Cuestionaron la curación — el día, la licitud. Pero cada uno de nosotros, tomando en cuenta lo que sabemos mediante la Ciencia Cristiana, ¿no hubiéramos apreciado el significado de esa curación?
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!