Hace años estaba bajo tratamiento quirúrgico y cáustico debido a pólipos y un problema adenoideo. Cuando le dije a mi tía lo terrible que eran los tratamientos, me prestó Ciencia y Salud por la Sra. Eddy. Mi madre era escéptica en cuanto a la Ciencia Cristiana y estaba perturbada porque yo leía este libro. Pero una amiga dijo a mi madre que esta Ciencia curaba y que su tío era un practicista de la Ciencia Cristiana.
La próxima vez que tenía que ver al médico, mi padre y yo fuimos a hablar con el tío de esta amiga. Nos habló del gran amor de Dios y cómo sana este amor tal como lo hizo cuando Cristo Jesús estaba en la tierra. Nos sentamos guardando silencio, y él oró por mí y nos pidió que dijéramos el Padre Nuestro.
Más tarde ese día, fui a ver al médico por tener una cita previa con él. Me examinó la garganta y no encontró ni trazas de la dificultad. Los pólipos y el problema adenoideo habían sanado completamente. Mi padre y yo nos detuvimos en una Sala de Lectura de la Ciencia Cristiana para comprar un ejemplar de Ciencia y Salud. Después fuimos a casa y tiramos todas nuestras medicinas.
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