Padre Nuestro,
revelándote en cada pensamiento,
haces palpable la hermandad de los hombres.
La oración que nuestro Maestro enseñó
responde a todas nuestras angustiosas necesidades
con una sola y amada respuesta
—el Padre ha sido comprendido.
¡Padre Nuestro!
Expresión humilde de amor,
de confianza en el bien, confianza como la de un niño.
Nos alejamos de la penuria para demostrar
que las bendiciones del Amor siempre están cercanas,
dádivas del único Progenitor,
nuestro Padre-Madre.
¡Padre Nuestro!
Llenos de luz, aceptamos
lo bondadoso que Tú eres
en la bondad que reflejamos
— como Tu expresión poseemos
abundancia, salud y gozo:
¡El Amor está en todas partes!
¡Nuestro Padre-Madre!
Tu totalidad ya plenamente conocida,
nuestros errantes anhelos ceden
al regocijo, recién nacido.
Tú nos mantienes completos,
cada hijo un esplendoroso testigo.
¡El temor y la carencia han sanado!
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