Si la curación no es inmediata, podríamos, quizás, creer que nada está sucediendo. Tal vez temamos que nuestras oraciones y estudios fervientes hayan sido en vano. Nada puede estar más lejos de la verdad.
La Ciencia Cristiana muestra que cada esfuerzo por corregir la creencia material mediante el entendimiento espiritual está sostenido por Dios, la Mente, la fuente de toda verdad, y, por tanto, es eficaz. Un solo rayo de luz espiritual trae la omnipotencia de Dios, la Verdad, y comienza a transformar nuestro punto de vista. A medida que permanecemos fielmente receptivos a la luz espiritual, el poder de la Mente nos libera del temor y del pecado.
Cristo Jesús nos dio una perceptiva ilustración de lo que es la paciencia en su parábola del trigo y la cizaña. Ver Mateo 13:24–30; Mientras que los siervos se sentían sumamente ansiosos debido a la presencia de la cizaña y preguntaban si debían arrancarla, el padre de familia tenía paciencia. Les dijo: “No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo”. Él sabía que el trigo estaba creciendo y que se acercaba el tiempo de la cosecha. En ese momento se eliminaría la cizaña naturalmente, y el trigo permanecería.
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