Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

La importancia del libro de texto

[Original en español]

Del número de marzo de 1981 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En el Apocalipsis leemos: “Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube... Tenía en su mano un librito abierto”. Apoc. 10:1, 2; Fíjense que el libro está abierto: pronto para ser leído, estudiado y comprendido.

Hace más de cien años se escribió el libro que contiene la declaración completa de Ciencia Cristiana: la Ciencia de Dios y el hombre. Intitulado Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, este libro interpreta científicamente las Escrituras en su significado espiritual, y muestra el camino de la salud y vida en Dios. Fue escrito por Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, y es el libro de texto de esta Ciencia.

Durante su vida, la Sra. Eddy estudió la Biblia y confió en Dios. Cuando sufrió un serio accidente, ella recurrió de manera natural a la Biblia en busca de ayuda. Mientras leía el noveno capítulo del libro de San Mateo, donde se narra la curación efectuada por Cristo Jesús del hombre paralítico, de momento captó una vislumbre de que Dios es Vida, y sanó. Pero no se conformó sólo con ello, sino que siguió estudiando e investigando las Escrituras hasta que las leyes que gobernaban las obras de Jesús, la Ciencia de la Vida eterna, fueran reveladas.

Por impulso divino, la Sra. Eddy cumplió con una doble demanda: vencer el sentido personal y ponerse incondicionalmente al servicio de Dios. Sólo así podía ella estar preparada para recibir el cumplimiento de la siguiente profecía del Maestro, Cristo Jesús: “Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”. Juan 16:13;

El descubrimiento de la Ciencia del Cristo se realizó; era entonces necesario darlo a conocer. El libro Ciencia y Salud apareció por primera vez en 1875, y desde 1902 incluye un capítulo intitulado “Los Frutos de la Ciencia Cristiana”, que contiene testimonios de curación mediante la Ciencia Cristiana. Miles de personas de todos los niveles sociales comprenden y viven el Principio divino de la curación dado en el libro.

“La Ciencia divina enseñada en el lenguaje original de la Biblia vino por inspiración, y necesita inspiración para ser entendida”,Ciencia y Salud, pág. 319; explica Ciencia y Salud. Hoy en día, como en los tiempos de los discípulos y profetas, el espíritu debe imbuir la letra para darnos discernimiento, visión y perspicacia. El estudio de Ciencia y Salud nos da las verdades que sanan, y nos desafía a ver más allá de los sentidos materiales para encontrar nuestra identidad espiritual.

La experiencia de dos niños que conozco, Charito y Daniel, muestra cuán comprensible es la Ciencia Cristiana. Aunque hay un solo año de diferencia entre los dos hermanitos, Charito se siente un poco como la mamá de Daniel y lo ayuda en todo. Por las noches, y al despertar por las mañanas, ella lo ayuda a decir las oraciones que su abuelita les enseñó de la Biblia y de Ciencia y Salud. Ellos aprenden más sobre estas oraciones en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana donde asisten.

Una tarde, al regresar de la escuela, corrieron una carrera para ver quién llegaba primero. Daniel ganó y, al entrar en la casa, cerró con fuerza la puerta, sin darse cuenta de que Charito venía justo detrás de él. Tratando de mantener la puerta abierta, la mano de ella quedó aprisionada. Liberaron la mano, mas Charito lloraba, y Daniel se sentía muy acongojado y asustado. A pesar de su dolor, Charito le dijo: “No temas, Dios está con nosotros; oremos juntos”. Juntos dijeron el Salmo 23, que sabían de memoria. Este salmo comienza así: “Jehová es mi pastor; nada me faltará”. Salmo 23:1; Al decir esta oración, Charito sabía que Dios es Amor, y que el Amor la estaba protegiendo. La Sra. Eddy muestra el sentido espiritual de este versículo de la siguiente manera: “El [AMOR DIVINO] es mi pastor: nada me faltará”. Y continúa: “En praderas verdes el [AMOR] me hace recostar; junto a aguas de reposo el [AMOR] me conduce”.Ciencia y Salud, pág. 578; Charito sabía que orando llenaba su pensamiento del amor y de la paz de Dios, y que de esta manera el dolor cesaría, y ella tendría su curación. A la semana siguiente, cuando fueron a visitar a su abuelita, Charito le dijo: “Gracias, abuelita, por haberme enseñado a orar. Mira mi mano. Está bien”.

Como se puede ver, Charito no necesitó mucho tiempo para comprender al Cristo, la Verdad. La Verdad es sencilla y siempre disponible al pensamiento receptivo. El Espíritu es el bien divino que bendice a todos y está presente aquí y ahora. No tenemos que ir a buscarlo a ninguna parte para que nos ayude. El Cristo revela que el bien divino está siempre presente, y la Ciencia Cristiana nos enseña cómo usar la ley del bien.

En las tribulaciones, la serenidad espiritual es muy importante. Es la ejemplificación del poder espiritual. Isaías dice: “En quietud y en confianza será vuestra fortaleza”. Isa. 30:15; Así como las flores en silencio desarrollan su belleza, así nosotros necesitamos quietud para percibir a Dios. La pureza de pensamiento, no adulterada por los sentidos materiales, nos da esta quietud.

Ciencia y Salud ejerce poder. Revela y explica el mismo poder demostrado por Cristo Jesús cuando calmó el viento y las olas, cuando echó fuera demonios y curó a los enfermos por medio de la Palabra viva, la Palabra de Dios. La verdad que Dios reveló a Mary Baker Eddy vino en cumplimiento de la Palabra de Dios que fue revelada a los profetas de la Biblia, por cuanto Dios es la Verdad invariable.

A medida que la Palabra de Dios continúe revelando la inmortalidad y espiritualidad del hombre, se verá el alcance de lo que la Sra. Eddy realizó. El espíritu de Verdad está revelando la vida del Maestro en toda su gloria, y nos ayudará a cambiar el concepto limitado de la existencia por “la libertad gloriosa de los hijos de Dios”. Rom. 8:21.

El deseo de espiritualización conduce al estudiante de la Ciencia Cristiana a recurrir habitualmente a la Biblia y al libro de texto, Ciencia y Salud. Por muy frecuentemente que participemos de sus riquezas, siempre hay una continua e inagotable provisión de renovadora inspiración, nuevos panoramas mentales, e innumerables recursos espirituales.


Porque la palabra de Dios es viva y eficaz,
y más cortante que toda espada de dos filos; y
penetra hasta partir el alma y el espíritu,
las coyunturas y los tuétanos, y
discierne los pensamientos
y las intenciones del corazón.

Hebreos 4:12

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / marzo de 1981

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.