Todo aquel que ama la Ciencia Cristiana anhela practicar la verdadera curación espiritual. Y esto se hace posible porque el Cristo, la idea de Dios siempre presente, está con nosotros, mostrándonos el método científico de la curación a la manera del Cristo.
A veces, la oración de un Científico Cristiano no es eficaz porque se sustenta en un plano humano, personal y limitado. Puede que el individuo que da el tratamiento se considere a sí mismo una persona bastante buena que trata metafísicamente a otra que necesita ser mejor.
Sin embargo, la Sra. Eddy, que comprendió la manera en que Jesús curaba, enseñó que la verdadera curación no se realiza por medio de la mente humana ni se origina en la bondad personal.
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