Hagamos juntos un viaje a las Salas de Lectura de la Ciencia Cristiana en todo el mundo. En Europa, las Islas Británicas, los Estados Unidos de América y Canadá, en América del Sur, en Asia, Africa, Nueva Zelanda y Australia estas salas dan una cordial bienvenida a todos los buscadores de la Verdad. Las Salas de Lectura del tercer mundo, en especial, contribuyen a transformar la vida de las personas por medio de la promesa de Dios expresada por Jeremías: “... os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia”. Jer. 3:15. Dos libros dinámicos — las Sagradas Escrituras y Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras — son los pastores ordenados por la Fundadora de la Iglesia de Cristo, Científico, Mary Baker Eddy, quien también es autora de Ciencia y Salud.
¿Puede la fuerza atómica ser controlada? ¿Es la Vida demasiado grande como para estar contenida en un tubo de ensayo? ¿Cómo podemos proveer a las necesidades de nuestra familia? ¿Cómo vencemos el temor a los engaños y a la violencia? ¿Dónde podemos encontrar protección contra la enfermedad? Por medio de la visión y el amor de la verdadera Palabra de Dios, este pastor enfrenta éstos y otros problemas y da soluciones.
Ya sea que esté situada en un sector comercial, un centro de compras, una zona residencial y, a veces, hasta en una choza con techo de paja, la Sala de Lectura presenta al pastor, a la espera de alimentar al mundo con el conocimiento de Dios y de encender y profundizar nuestra comprensión del amor del Padre. A diferencia de un pastor personal, que puede estar ausente, este pastor está siempre con nosotros. Cuando así lo comprendió un joven miembro de una iglesia ortodoxa, le dijo a la bibliotecaria de una Sala de Lectura de la Ciencia Cristiana: “Nuestro pastor está ahora en la India, pero veo que su pastor está allí donde usted está”.
Este pastor no nos pide que aceptemos ideas sobre la base de dogmas o ritos. La Palabra de Dios es luminosa. Emite rayos de luz capaces de dar respuesta, en cualquier parte, a la eterna pregunta: ¿Qué es la Verdad?
¡Cuánto se perdería si este pastor sólo pudiera alimentar a una parte del mundo un día por semana durante aproximadamente una hora! Las Reglas y Estatutos de La Iglesia Madre proveen de una manera más amplia. Las Iglesias de Cristo, Científico, en todo el mundo, como filiales de La Iglesia Madre, tienen Salas de Lectura públicas donde, durante la semana, cualquier persona de cualquier religión puede estudiar el sermón del pastor el cual se puede escuchar el domingo siguiente. Dondequiera que se encuentren, las Salas de Lectura son manantiales de recursos espirituales.
El anhelo de encontrar la verdad puede hacernos recurrir a leer la Biblia, las inspiradas obras de la Sra. Eddy y las publicaciones periódicas que presentan evidencia actual del poder de Dios en la vida humana. Algunas Salas de Lectura tienen mesas y sillas con libros para niños pequeños. Es aconsejable alentar la buena disposición de los niños para aceptar el amor y cuidado de Dios. Sé de un maestro de la Escuela Dominical que lleva a dos alumnos a la Sala de Lectura durante la semana. Allí aprenden cuán satisfactorio es estudiar los pasajes bíblicos con diccionarios y concordancias.
A menudo la tecnología de la sociedad moderna (o tal vez la falta de ella) puede obrar en detrimento de las oportunidades para obtener alimento espiritual. El transporte rápido, la posibilidad de entretenerse con sólo apretar un botón y la necesidad de ganarse la vida pueden mantener ocupado el pensamiento, dejando poco tiempo o escasa inclinación para el tranquilo desarrollo de una sólida e inspirada relación con Dios. Esta relación puede ir adquiriendo forma en la Sala de Lectura.
Donde haya hombres, mujeres o niños estudiando profundamente la Ciencia del Cristo, sabemos que en cierta medida se está desarrollando una lucha mental. Probablemente se están poniendo en tela de juicio los conceptos convencionales acerca de Dios, lo cual a su vez quizás choque con las ideas comunes acerca de la vida. Sin embargo, podemos estar seguros: “Vuestro pastor dual e impersonal, la Biblia y ‘Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras’, está con vosotros”; nos recuerda la Sra. Eddy, “y la Vida que éstos dan, la Verdad que enseñan, el Amor que demuestran es el gran Pastor que alimenta a mi rebaño, y lo pastorea ‘junto a aguas de reposo’ ”.Escritos Misceláneos, pág. 322.
Las Salas de Lectura de la Ciencia Cristiana nos ayudan a encontrar el camino hacia las aguas de reposo de la Verdad inmutable. Los recursos de estas salas son ofrecidos con amor por cada iglesia a la comunidad. ¿Quién hay que no sienta necesidad de saber que la felicidad puede dimanar de la fuerza y la serenidad de la oración que confiere entendimiento?
Con el conocimiento de la verdad espiritual podemos estar protegidos cuando nos acosan las sensaciones y temores corporales. Aprendemos a aceptar los pensamientos de Dios, que restauran nuestro sentido espiritual. El temor se disipa cuando se reconoce el Amor. Cristo Jesús nos dio esta promesa: “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo”. Juan 12:32. Este “mí” en este contexto significa el Cristo. Todos los hombres tienen derecho a percibir en su consciencia el verdadero poder de Dios. Los recursos que la Sala de Lectura ofrece son para renovar la esperanza, fomentar la paz mental y revelar una capacidad para amar más profunda y perdurable.
Por ejemplo, una joven madre y su familia estaban pasando por momentos difíciles. Más que ninguna otra cosa, la joven madre necesitaba aprender a amar más. Adoptó entonces una decisión que parecía bastante radical. Todas las mañanas de la semana dedicó las tres horas en que sus dos hijos estaban en la escuela a estudiar y a orar por ella misma en una Sala de Lectura de la Ciencia Cristiana que estaba cerca de su casa. Comenzó a amar estos momentos y a ver que eran sumamente beneficiosos.
Cuando algunos meses después aceptó un empleo cuyo principal requisito era el amor hacia las personas de diferentes edades y educación, descubrió que algo maravilloso había ocurrido durante esos meses de estudio y oración en la Sala de Lectura: había aprendido a amar libremente, con un afecto constante e invariable hacia todos, el cual, a su vez, le era expresado por los demás.
A medida que se nos revela la gran verdad de que el hombre es espiritual y que posee sin reservas la salud y sabiduría que su padre divino, Dios, le otorga, vemos que es natural buscar satisfacción y goces más elevados. Esto no quiere decir que la satisfacción más elevada pueda obtenerse sin esfuerzo. Por el contrario, el desarrollo de la idea del Cristo tropieza con tales obstáculos en el pensamiento mortal que debemos poner especial cuidado para dar cabida al desarrollo de esa idea.
Se dice que un agricultor escocés decidió sembrar menos semilla por unidad de superficie de la que acostumbraba. De esta manera, incrementó su producción en un 25 por ciento. Había aprendido, pues, que tenía que dar espacio suficiente a cada semilla.
Nuestro pastor está alimentando al mundo. Podemos dar lugar en nuestra vida al conocimiento y al poder del alimento espiritual con el auxilio de los incomparables recursos de las Salas de Lectura de la Ciencia Cristiana. Donde se difunde la Palabra de Dios, los hombres despiertan al sentido espiritual y su perspectiva enteramente nueva de bondad y de luz.