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¡Llama a Dios!

Del número de agosto de 1982 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


¿Te has preguntado alguna vez cómo es realmente Dios o qué puedes hacer para conocerlo mejor? En el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud, la Sra. Eddy indica los siguientes términos como sinónimos de Dios: Principio, Mente, Alma, Espíritu, Vida, Verdad, Amor. Ver Ciencia y Salud 587:7–8.

La comprensión de cada uno de estos nombres nos ayuda a sentirnos más cerca de Dios. Cada uno nos ayuda a ver más claramente Su naturaleza, y si estudiamos la Biblia y Ciencia y Salud diariamente, estos sinónimos tendrán cada vez más y más significado. Luego viene la prueba: aplicar lo que entendemos a todo lo que hacemos y con todas las personas con quienes nos encontramos.

Cada uno de los siete sinónimos es útil y práctico. Por ejemplo, tomemos Alma. Al estudiar lo que la Sra. Eddy dice acerca de Alma, vemos que el gozo, la belleza y la armonía, si bien expresan Vida, Amor y los otros sinónimos, tienen especialmente mucha relación con Alma. Cuando nos sentimos gozosos, cuando percibimos belleza y armonía, tal vez en la manera en que algún niño se desliza con su patín o aun en la forma en que ata los cordones de sus zapatos, estamos sintiendo la presencia del Alma. La Biblia nos muestra por qué podemos reclamar esas cualidades como parte de nuestra verdadera identidad, del ser perfecto que pertenece a cada uno de nosotros, según lo que Cristo Jesús enseñó. En Génesis leemos: “Y creó Dios al hombre a su imagen”, Gén. 1:27. y más adelante dice: “Vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”. Gén. 1:31. Puesto que el hombre es la imagen de Dios, y Él lo hizo todo bueno, el hombre debe incluir todo el bien. El gozo, la belleza y la armonía son parte de esa bondad. Y debido a que Dios está en todas partes, esas cualidades también deben estar en todas partes.

Cada mañana yo afirmo con gratitud que Dios, el Amor divino, está en todas partes; que Él me ama, que suple todas mis necesidades y me proporciona infinitas razones para sentirme feliz. A menudo pienso en este pasaje de Ciencia y Salud: “¿Pediremos más al lado de la fuente abierta, que ya está vertiendo más de lo que aceptamos?” Ciencia y Salud, pág. 2. Durante el día trato de pensar en todo lo que esa “fuente abierta” de Dios está vertiendo. Una flor, una linda melodía, una sonrisa amistosa, todo eso me recuerda los presentes espirituales de Dios. También trato de tener en cuenta cómo los demás expresan gozo espiritual. Un comentario divertido o el silencioso apoyo de alguien, pueden mostrarme que el Alma está aquí mismo.

A medida que desarrollamos nuestro entendimiento acerca de Dios explorando Sus sinónimos, vislumbramos nuestra unidad inquebrantable con nuestro Padre-Madre Dios. Sintiendo y viviendo lo que cada una de estas palabras significa, nos volvemos directamente hacia Dios, y nunca Lo encontramos demasiado ocupado para responder. Siempre recibimos una respuesta — tal vez alguna que nos guía en forma práctica o simplemente sintiendo Su presencia y el amor que Él siente por nosotros — que suple adecuadamente nuestras necesidades.

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