Nota del Redactor: Desde sus primeros días las enseñanzas de la Ciencia Cristiana han sido objeto de exposiciones erróneas difundidas por sus críticos. En fecha más reciente, estas exposiciones erróneas han ido en crescendo en un extenso esfuerzo por estigmatizar la Ciencia Cristiana tildándola de “culto no cristiano”. Estimamos que esta serie de preguntas y respuestas acerca de aspectos fundamentales, que ha sido preparada por el Comité de Publicación, será de interés para nuestros lectores y demás personas interesadas. Las presentamos con el Espíritu que anima estas palabras de Mary Baker Eddy: “Una mentira que se ignora no se destruye tan rápidamente como cuando se la desenmascara con la ayuda de la verdad”.1
La Ciencia Cristiana es atacada, a veces, en nombre del cristianismo mismo, especialmente por grupos que se atienen a una interpretación muy literal de las Escrituras y que califican de no cristianos a todos aquellos que no concuerdan con sus doctrinas.
En años recientes los esfuerzos hechos por esos grupos para desacreditar la Ciencia Cristiana han adquirido un elevado grado de organización y visibilidad.
Si bien esta situación se observa especialmente en los Estados Unidos, estos esfuerzos se han ido difundiendo cada vez más entre grupos de orientación bíblica en otros países. Un raudal de esa clase de propaganda — incluso artículos, folletos, cintas magnetofónicas y libros — circula internacionalmente en la actualidad, a veces como parte de actividades misioneras sinceras, pero equivocadas.
Los Científicos Cristianos no piden disculpas por sus creencias ni tienen objeción alguna a la expresión honrada de diferencias teológicas por parte de quienes discrepan con ellos. En gran parte de la crítica reciente, sin embargo, la Ciencia Cristiana ha sido desvirtuada de manera flagrante por quienes procuran calificarla como un “culto no cristiano”. Por lo común, las enseñanzas de la Ciencia Cristiana son tan tergiversadas que resulta imposible identificarlas, y extractos sacados de los escritos de la Sra. Eddy son citados fuera de contexto e interpretados erróneamente con la mira de sustentar sus acusaciones.
La reacción de los Científicos Cristianos ante esta crítica infundada ha sido extraordinariamente moderada. Con todo, su humildad en modo alguno indica falta de convicción ni manifiesta aquiescencia con los métodos de estos llamados enemigos. La propagación de una falsedad es claramente un alejamiento de la norma del verdadero cristianismo, incluso cuando se pretende defenderlo. Esas exposiciones erróneas no benefician a nadie. Decir la verdad es una exigencia de estos tiempos. En las preguntas y respuestas que se publicarán en esta serie se hará referencia a algunas de las falacias más comúnmente promulgadas.
Pregunta: ¿Qué puede decirse de la afirmación general de que la Ciencia Cristiana es un “culto”?
Respuesta: El empleo mismo de ese término en relación con la Ciencia Cristiana es engañoso. Por lo común la palabra “culto” hace pensar en un grupo esotérico al margen de la sociedad que sigue ciegamente a una personalidad dominante. Sin embargo, no es posible imaginarse nada que esté más lejos que esto de la verdad en lo que se refiere a la religión de la Ciencia Cristiana, que tiene ya más de un siglo de existencia. Los Científicos Cristianos practican esta religión porque están convencidos de su veracidad y no porque abrigan un sentimiento ciego e irracional hacia Mary Baker Eddy. Sus iglesias y Salas de Lectura están abiertas para todos y sus cultos religiosos se conducen con dignidad y sencillez.
Algunos religionarios, con todo, tienden a crear confusión al no utilizar este término — culto — en la acepción que la mayoría de las personas le da, esto es, el reverente homenaje que el hombre tributa a Dios. Aplican el término virtualmente a cualquier grupo que se aparte de ciertas doctrinas que ellos consideran bíblicas. Pero esto significa dar a las palabras la acepción que uno quiere que tengan. Los cristianos sinceros de muchas religiones rechazan la hipótesis de que un grupo de personas pueda tener el derecho de aplicar el calificativo “culto” a cualquier religión que discrepe con la definición que ese grupo da de lo que para ellos es verdadero cristianismo.
El mes próximo se publicará el artículo:
¿Cómo utilizan la Biblia los Científicos Cristianos?
Porque Jehová es bueno;
para siempre es su misericordia,
y su verdad por todas las generaciones.
Salmo 100:5
