Las raíces del cristianismo se han de encontrar en las Sagradas Escrituras, las cuales revelan, mediante las experiencias de un pueblo sumamente religioso, la naturaleza y el carácter de Dios. El mensaje de la Biblia para la sufriente humanidad es uno de redención, regeneración, salvación e inmortalidad.
El monoteísmo, o sea, el reconocimiento y adoración de un solo Dios, es un tema predominante de la Biblia. La búsqueda de la Tierra Prometida por parte de los israelitas y la revelación de la ley moral en los Diez Mandamientos ilustran las responsabilidades provenientes de la disciplina espiritual. La inspirada previsión de los profetas y su capacidad para manifestar claramente la ley de Dios, la esperanza sobre el Mesías, el ministerio de Cristo Jesús, la predicación del evangelio, todo esto son los tonos familiares que forman la tradición central y primaria de la Iglesia cristiana. Los cristianos se han unido en la adopción de la Biblia como el centro de su fe y reconocen su instrucción, revelación y registro de la ley divina.
La Sra. Eddy aprendió bien las enseñanzas y las promesas de las Escrituras. Ella se crió en una familia de creyentes cristianos. La lectura de la Biblia era parte de su vida familiar, y el culto público en una iglesia cristiana era habitual. Cuando un estado continuo de buena salud parecía difícil de conseguir, su madre le leía los mensajes de esperanza que la Biblia contiene.
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