¿Qué entiendes por libertad? Tal vez te sea difícil conciliar ambas posiciones: mantener tu libertad y obedecer a tus padres al mismo tiempo.
Libertad es una palabra que se presta a malos entendidos. Para algunos, la libertad es poder hacer lo que quieren y cuando quieren, sin ningún freno o límite. Quieren complacencia inmediata. Esto los lleva con frecuencia a buscar la libertad en las drogas, el alcohol, el sexo y la violencia. Pero en vez de liberarlos, estos hábitos los dominan y los despojan del gobierno de sí mismos.
En realidad, la libertad que debe verse y probarse es la libertad de no dejarse dominar por los sentidos materiales. La creencia en la materia es lo que nos esclaviza y no la gente. Es este dominio sobre los sentidos materiales lo que tenemos que mantener: liberación de la creencia de que dependemos de la materia para nuestra felicidad; liberación de las limitaciones humanas; liberación de la presión del tiempo y de la responsabilidad personal.
Tenemos una base para negar todas esas pretensiones de restricciones mortales. Es la verdad acerca de la identidad espiritual. Cristo Jesús dijo: “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Juan 8:32. En verdad tú eres el hijo de Dios. Tu individualidad es inseparable de este Padre-Madre y es la expresión activa de Dios, de todas las cualidades divinas que forman tu herencia espiritual. Nadie ni nada puede privarte de esta identidad o impedirte expresarla por completo.
A medida que comprendas que tu verdadera identidad está gobernada por las leyes del Espíritu, encontrarás mayor armonía en todas tus relaciones dentro y fuera de la familia. ¿Por qué? Porque la misma Mente que nos gobierna a nosotros también gobierna a nuestros padres y a los demás.
Si sientes que tus padres te exigen demasiado, quizás sea conveniente detenerse por un instante a pensar cuáles son los motivos en que se basan esas exigencias. La mayoría de las veces, es amor o el deseo de ayudarte a progresar, tomando en cuenta que ellos tienen más experiencia. Puedes considerar esas exigencias como un llamado de obediencia al Principio y no a una persona.
Las relaciones humanas de toda clase serán mucho más armoniosas si estamos alerta para resistir y anular la influencia del magnetismo animal. En la Ciencia Cristiana el término “magnetismo animal” representa todo aquello que es desemejante al bien. Opera a través de sugestiones que vienen al pensamiento y que tratan de convertirse en realidad. Estas sugestiones son como diapositivas fuera de foco. Podemos colocarlas en el proyector y verlas agrandadas en la pantalla, o desecharlas como algo que no vale la pena ver. O bien aceptamos esas sugestiones como nuestro propio pensamiento y les damos poder, o sin pérdida de tiempo reconocemos que son sugestiones — jamás hechos — y las rechazamos. Si las aceptamos, esas sugestiones nos hacen reaccionar. La reacción provocada por palabras o hechos es, a menudo, el comienzo de discordias entre padres e hijos. La reacción puede tomar la forma de sentimientos heridos, de ira o de voluntad humana, pero cuando reconocemos que la tentación de reaccionar es una sugestión del magnetismo animal, podemos ejercer el dominio que Dios nos ha otorgado y oponernos a que nos arrastre.
La Sra. Eddy nos dice: “Velad, y orad diariamente para que las sugestiones malévolas, bajo cualquier máscara que se presenten, no se arraiguen en vuestro pensamiento ni den fruto”.The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 128. Nuestra defensa radica en estar alerta para reconocer estas sugestiones y no permitirles el derecho de entrar en nuestra consciencia. Tú, por ejemplo, puedes saber que no hay poder de persuasión en las sugestiones que pretenden hacerte creer que tus padres no te comprenden, o que no te aman. Por el contrario, puedes saber que tus padres tienen la capacidad para entenderte debido a que el hombre verdadero — y eso es lo que ellos en realidad son — refleja la inteligencia de la Mente. Tú también eres el reflejo de esa Mente, conociendo y siendo conocido en forma correcta. Tú estás incluido en la totalidad del Amor, y este Amor te cuida y te guía.
La familia es un valioso campo de aprendizaje para aprender a vivir y a trabajar en el mundo exterior. Una vez que hayas conseguido solucionar problemas de relaciones en el hogar, estarás mejor preparado para llevarte bien con tus semejantes.