Pregunta: Se dice a veces que los Científicos Cristianos consideran que Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras es una segunda Biblia que sustituye o incluso supera a las Escrituras.
Respuesta: Es importante aclarar este punto porque para los Científicos Cristianos ningún libro puede ocupar el lugar de la Biblia. Ellos de ninguna manera consideran que Ciencia y Salud sea una “segunda Biblia” o un sustituto para la revelación bíblica. Una llave no reemplaza la puerta que ha de abrir, sino que la abre. Del mismo modo, los Científicos Cristianos consideran que las enseñanzas de la Sra. Eddy son la llave para abrir su entendimiento al significado, a la profundidad y al poder transformador de la Biblia. Ellos estudian la Biblia a diario (usando principalmente la versión King James cuando la estudian en inglés) y, en general, probablemente están tan familiarizados con la Biblia como cualquier otro grupo de cristianos.
A través de los años, muchos Científicos Cristianos han hecho eco de la gratitud expresada en un testimonio publicado en el capítulo “Los Frutos de la Ciencia Cristiana” de Ciencia y Salud por una persona relativamente nueva en la Ciencia Cristiana. El testimonio dice en parte: “La Biblia, que antes había conocido muy poco, llegó a ser mi estudio constante, mi gozo y mi guía. El ejemplar que compré en los días en que sané, está marcado desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Tan continuamente estuvo en mis manos durante tres años, que el forro se deterioró y se aflojaron las hojas, de manera que he tenido que substituirlo por uno nuevo. De dos a tres de la mañana frecuentemente me encontraba absorta en sus páginas, y cada día que pasaba éstas se me hacían más sagradas ...”.Ciencia y Salud, pág. 681.
Pregunta: ¿No elevan realmente los Científicos Cristianos a Mary Baker Eddy al mismo plano que Cristo Jesús e incluso lo sustituyen con ella?
Repuesta: No, de ninguna manera. Si lo hicieran, indudablemente no serían sus seguidores, pues no puede haber nada más opuesto a sus enseñanzas. Una y otra vez, los críticos citan declaraciones parciales o frases fuera de contexto. La misma Sra. Eddy, sin embargo, hizo una distinción categórica entre el papel que ella desempeñó como la persona que descubrió la Ciencia Cristiana y la singularidad de Jesús como el Salvador de la humanidad, la encarnación misma del Cristo.
Un sincero y profundo examen de las declaraciones de la Sra. Eddy al respecto no puede dejar duda alguna de su clara posición. Cuando se le preguntó en una entrevista periodística si ella se consideraba como un “segundo Cristo”, la Sra. Eddy respondió, con esa manera que la caracterizaba: “Hasta la pregunta misma me perturba”, y continuó agregando que “pensar o hablar acerca de mi persona en forma alguna como si yo fuera el Cristo es sacrilegio”.Pulpit and Press, págs. 74–75. Y en su sobria respuesta a Mark Twain respecto a este tema explicó lo siguiente: “En relación con este siglo me considero como una Descubridora, Fundadora y Guía cristiana. Pienso que la deificación propia es blasfemia”.Miscellany, pág. 302.
Pregunta: ¿Qué se puede decir acerca de la forma en que la Sra. Eddy y sus seguidores usan la Biblia? Algunos dicen que toman citas bíblicas y las usan fuera de contexto para apoyar creencias que son realmente contrarias a las Escrituras.
Respuesta: La Sra. Eddy buscó y creyó encontrar el significado vivo y práctico que la Biblia tiene en nuestra vida diaria. Ella se refiere constantemente a la Biblia de manera natural, analiza muchas historias y pasajes bíblicos y con frecuencia cita textos bíblicos para probar algún punto. Sin embargo, toda su enseñanza tiene como propósito transmitir el significado espiritual de la Biblia, las leyes espirituales científicas o permanentes que la sustentan. No es característico que ella elija un texto bíblico, lo saque fuera de contexto y entonces funde sobre esa base todo un argumento teológico. En realidad, esto es más característico de la manera en que muchos religionarios tratan de justificar legalmente sus doctrinas y de desacreditar aquellas enseñanzas con las que no están de acuerdo.
Un ejemplo de esto es la frecuencia con que citan 1 de Juan 1:8 para refutar la descripción que la Sra. Eddy hace del hombre a la imagen de Dios cuando afirma que éste “no es capaz de pecar”.Ciencia y Salud, pág. 475. El versículo bíblico dice: “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros”. Esto, por supuesto, se refiere al “viejo hombre” del que se dice “despojaos” Efesios 4:22., el hombre “concebido en el pecado y nacido en la iniquidad”. Citado en Ciencia y Salud, pág. 476. Sin embargo, si los críticos de la Sra. Eddy siguieran leyendo hasta 1 de Juan 3:9 verían que el autor de la epístola dice exactamente lo mismo que ella respecto del hombre verdadero creado por Dios: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”. En otras palabras, cuando leemos los versículos bíblicos y las declaraciones de la Sra. Eddy en su contexto entero, advertimos que ambos textos hacen la misma distinción básica entre el hombre que se entiende como el hijo espiritual de Dios y los mortales falibles que ciertamente tienen que nacer de nuevo.
No es justo para con las Escrituras o para con los escritos de la Sra. Eddy contraponer declaraciones o citas aisladas para tratar de demostrar que existen divergencias entre ellas. En cuanto a si las enseñanzas de la Ciencia Cristiana están de acuerdo o no con las Escrituras, la Sra. Eddy sugiere que eso debe dejarse para que el investigador lo determine por sí solo y que nadie debe aceptar el punto de vista de otra persona respecto de esto. Como dice ella en Ciencia y Salud: “Puedes comprobar por ti mismo, querido lector, la Ciencia de la curación y así cerciorarte si la autora te ha dado la interpretación correcta de las Escrituras”.Ibid., pág. 547.
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