Aunque pertenezco a la segunda generación de Científicos Cristianos, al principio no estudiaba esta enseñanza seriamente. La ayuda mediante la oración que me daba mi madre cuando la necesitaba, la aceptaba sin pensar en ello.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!