Aunque pertenezco a la segunda generación de Científicos Cristianos, al principio no estudiaba esta enseñanza seriamente. La ayuda mediante la oración que me daba mi madre cuando la necesitaba, la aceptaba sin pensar en ello.
Hace algunos años, por medio de la oración de mi madre, sané rápida y permanentemente de lesiones recibidas en un serio accidente. El dolor, que era insoportable, desapareció en dos horas, y las lesiones sanaron más o menos en un día, sin ningún efecto posterior.
Hace algún tiempo que estudio con sinceridad Ciencia y Salud por la Sra. Eddy, y puedo testificar que un estudio profundo de este libro sí sana. He tenido dos curaciones que se efectuaron únicamente por medio de la lectura de este libro desde el comienzo hasta el final. Relato estas curaciones para animar a otros.
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