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La Iglesia en acción

Un artículo de una serie de preguntas sobre la práctica pública de la Ciencia Cristiana formuladas por el Movimiento.

La Iglesia en acción

Del número de octubre de 1983 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

The Christian Science Journal


La práctica

Preguntas y respuestas

Una de las preguntas más frecuentes es:

Exactamente ¿cómo empieza uno, cómo “se pone uno en marcha” en la práctica?

Si bien no hay ningún molde ni regla fijos, quizás los puntos siguientes complementen la información ya dada en esta sección en el Heraldo de julio de 1983.

La práctica es un resultado de la aplicación diaria de esta Ciencia sanadora en toda faceta de nuestra experiencia. Un amor básico por la teología de la Ciencia Cristiana y la comprensión de la misma impulsan hacia la práctica. El estudiante sincero considera que la curación es parte fundamental de la teología de Jesús y, por ende, de esta Ciencia. La Sra. Eddy escribe en el libro de texto, Ciencia y Salud: “La teología de la Ciencia Cristiana incluye la curación de los enfermos. El primer artículo de fe que nuestro Maestro presentó a sus discípulos fue el de sanar, y él demostró su fe por sus obras. Los antiguos cristianos eran sanadores”.Ciencia y Salud, págs. 145-146.

Al comprender que la Ciencia Cristiana es el restablecimiento del “Cristianismo primitivo” Ver Manual de La Iglesia Madre por la Sra. Eddy, pág. 17., el estudiante de manera natural incluirá el deseo de sanar — la necesidad de sanar — en su actividad diaria. En la proporción en que reconozca conscientemente la importancia de la curación, se dará cuenta de que estudia con un propósito más elevado, un concepto más universal del ministerio de la curación. Él mismo no pensará en ello como en algo a lo que debe dedicarse, sino más bien como algo en lo que ya está activo.

Nuestro Maestro exhortó a sus seguidores, a cada uno de nosotros: “Tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. Mateo 6:6. Si bien el “aposento” al que se refirió Jesús era un estado espiritualmente mental, un lugar apacible de búsqueda, estudio y oración y también deseable. Un pequeño rincón de cualquier casa o apartamento puede ser la respuesta a nuestra primera necesidad de un lugar tranquilo. Pero la oración que se hace en un taller en un subsuelo, junto a la pileta de la cocina — o en cualquier lugar en que estemos realizando nuestras actividades — también puede proporcionarnos esos momentos de calma y tranquilidad para pensar.

Una practicista nos habló acerca de sus primeros pasos en la práctica pública. Vivía en una casa pequeña en un suburbio, tenía tres hijos pequeños que eran muy activos, y pronto vio que a menudo estaba de rodillas, no sólo para orar, sino ¡para limpiar la leche derramada en el suelo! Se dio cuenta de que nunca podía estar separada de la paz y la tranquilidad necesarias que le traían una sensación de dominio espiritual. Estableció como su “oficina” un rincón de una habitación, que su familia aprendió a respetar. La hora en que los niños dormían la siesta le proporcionó un período de silencio que necesitaba para estudiar y para el refrigerio espiritual. Cuando los niños comenzaron a ir a la escuela, todos los días tenía la libertad par dedicarse de lleno a su “oficina”.

Un hombre de negocios dijo que utilizaba el tiempo que tenía para almorzar como su hora especial de sosiego. Además dedicó dos noches por semana para orar específicamente por el mundo. Antes de tener un “paciente” real que le pidiera ayuda, recurrió al The Christian Science Monitor, confiando en que las informaciones de todas partes del mundo lo alertaran sobre los problemas de la humanidad que necesitaban curación. Muy pronto aprendió que un problema del mundo es simplemente la aparente multiplicación de desafíos individuales, y al poco tiempo, personas en busca de curación empezaron a recurrir a él. La Sra. Eddy habla del valor de un enfoque sistemático: “La experiencia me ha enseñado que las reglas de la Ciencia Cristiana se pueden adquirir mucho más cabal y fácilmente de quienes están bien establecidos y son sistemáticos, que de esfuerzos inconstantes y espasmódicos”.Retrospección e Introspección, pág. 87.

El deseo de dedicar tiempo para orar con calma, para nutrir nuestro deseo de tener una práctica pública activa, incluye sacrificar la ambición material. La práctica no debe ser considerada como un peldaño hacia algo más elevado. Si hemos de sanar por medios espirituales, las metas humanas tienen que colocarse sobre el altar del Amor divino. Nuestra práctica aumentará de manera natural a medida que reconozcamos que la meta de ser un verdadero sanador es la más alta a la que podemos aspirar.

En una carta dirigida a James Neal, joven activo en la obra sanadora, la Sra. Eddy escribió: “La posición más elevada a la que se puede llegar en esta esfera de la existencia, es la de ser un Sanador científico verdadero. Su altura sobrepasa en mucho a la de un Maestro o predicador; incluye todo lo que es divinamente elevado y santo”. Citado por Robert Peel en Mary Baker Eddy: The Years of Authority (Nueva York: Holt, Rinehart and Winston, 1977), pág. 101.

Las preguntas pueden enviarse a:

The First Church of Christ, Scientist
Practitioners and Nursing Activities, A-151
Christian Science Center
Boston, MA, E.U.A. 02115

Discernimientos de gratitud

El Fondo para Suscripciones de Obsequio para las publicaciones periódicas se utiliza para enviar temporalmente suscripciones a lugares donde es evidente que serán recibidas con agrado y que son necesarias.

Las cartas de quienes han recibido publicaciones de la Ciencia Cristiana y el The Christian Science Monitor a través de este fondo son a menudo pequeños exponentes de aprecio y gratitud.

Muchas comienzan con frases como éstas: “No encuentro la manera de agradecerles lo suficiente por la suscripción”, y continúan mencionando vislumbres conmovedoras de vidas sinceras y afecto cristiano.

A continuación incluimos extractos de algunas de ellas:

“Agradezco muchísimo su gentileza por enviarme una suscripción gratuita a su periódico. Siento profunda gratitud y me es difícil expresarla en palabras. He aprendido mucho a través del Monitor. Ha sido una gran ayuda para mis estudios y para incrementar mis conocimientos. Soy estudiante en una escuela secundaria y mis ingresos son escasos. Nuevamente les agradezco su gentileza. Que Dios permanezca por siempre con ustedes”.

“Muchísimas gracias por la suscripción de obsequio por seis meses al The Christian Science Journal, Christian Science Sentinel y Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. Les agradezco mucho esta ayuda, especialmente durante este período de reajuste económico, y espero recibir la inspiración y fortaleza que emanan de estas publicaciones. Dentro de seis meses comenzaré a percibir derechos de autor por libros que he publicado. Estaré entonces en condiciones de pagar mis suscripciones, y, quizás, también podré hacer una donación al Fondo para Suscripciones de Obsequio de las publicaciones periódicas, para que otros puedan beneficiarse tal como me han beneficiado a mí”.

“Ha sido muy grande mi alegría al saber que agregando lo que falta a los $2.50 que les envié lo utilizarán para proveerme de una suscripción gratuita por seis meses. Comenzaré a ahorrar para poder renovarla en la fecha que corresponda. Conocí la Ciencia Cristiana justamente cuando más la necesitaba, y desde entonces ha sido una fuente constante de gozo e inspiración. En los tres años y medio que he estudiado esta hermosa religión, he tenido algunas curaciones maravillosas, tales como liberarme del uso de drogas, cigarrillo, alcohol y de algunos rasgos falsos de carácter. La paz mental que se obtiene por medio de la espiritualización del pensamiento es indescriptible”.

“Quizás les agrade saber a quienes hacen donaciones para literatura que su bondad se extiende a más de una persona. Paso la literatura a otra persona, quien a su vez se la pasa a otra. Ignoro lo lejos que llega esta cadena. Este es un hogar para jubilados, y son muchos los que disfrutan de sus artículos tan bien escritos y llenos de inspiración”.

“En su periódico leo más noticias sobre mi país y sobre otros países que en ningún otro periódico” (de un estudiante del Servicio de Amigos Americanos en Holanda).

“Esta buena noticia no pudo haber llegado en momento más oportuno, porque durante este último año he debido enfrentar serios problemas. Es verdaderamente un regalo divino”.

(El Fondo para Suscripciones de Obsequio para las publicaciones periódicas fue creado por miembros de las iglesias como expresión de su propia gratitud por las publicaciones de la Ciencia Cristiana. Este fondo proporciona ayuda temporal para suscribirse a cualquiera de las publicaciones periódicas, incluyendo el Monitor, el Journal, el Sentinel, el Cuaderno Trimestral y el Heraldo en español. Toda persona que desee hacer uso de este fondo para cubrir el costo de una suscripción, ya sea parcial o total, debe escribir a: Manager, Circulation Service Department, The Christian Science Publishing Society, One Norway Street, Boston, MA, E.U.A. 02115.)

[Extractos compilados de la sección “The Church in Action” del The Christian Science Journal.]

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