He pasado la mayor parte de mi vida en colegios. Primero como estudiante y después como profesor. Y mucho de lo que he aprendido sobre Ciencia Cristiana ha sido como resultado de pruebas y experiencias que son parte de la vida académica.
Lo que he aprendido con más claridad es que para un Científico Cristiano, la excelente actuación académica no tiene necesariamente que ver con la intelectualidad humana.
Esto fue una sorpresa bastante desagradable cuando se me ocurrió por primera vez. Después de todo, había pasado años creyendo que el intelecto era lo más importante. Sin embargo, en el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud, la Sra. Eddy indica claramente una dirección distinta para lograr la comprensión genuina: “La comprensión es la línea de demarcación entre lo real y lo irreal. La comprensión espiritual revela a la Mente — Vida, Verdad y Amor — y demuestra al sentido divino, dando prueba espiritual del universo en la Ciencia Cristiana.
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