La victoria más grande que una persona puede lograr es la victoria sobre la identidad mortal. Esta conquista no consiste en renunciar a nuestra identidad real sino en renunciar a un concepto material y personal del yo y de su justificación propia.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!