Siempre que nuestra Lección Bíblica semanal en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana se basa en el tema “Alma”, me recuerda cuánto ha significado para mí el estudio y la comprensión de Dios, Alma, en mi carrera de artista.
Hace bastantes años, estuve hablando con un maestro de Ciencia Cristiana que tenía gran interés en el hecho de que yo me ganaba la vida como artista. Él me preguntó cómo oraba yo en la Ciencia Cristiana en cuanto a mi trabajo de artista. En ese tiempo estaba diseñando tarjetas de felicitación, y le contesté, más o menos así: “Pienso que las tarjetas son expresiones de amistad”. Él tomó un retrato de su escritorio, y dijo: “¿Piensa usted acerca de un retrato material como arte?” Así era como pensaba, pero pude ver que él quería que yo pensara de una manera más espiritual. Me explicó que el arte del verdadero ser es el desarrollo del Alma.
Ese concepto me pareció algo oscuro. Pero después seguí pensando en ello, tratando de comprender lo que él había querido decir. Utilizando la Concordancia de los escritos de la Sra. Eddy, estudié todas las referencias de “Alma” en nuestro libro de texto, Ciencia y Salud, y este estudio fue muy iluminador.
Hay una referencia en la página 60: “El Alma tiene recursos infinitos con que bendecir a la humanidad, y alcanzaríamos la felicidad más fácilmente y la conservaríamos con mayor seguridad si la buscásemos en el Alma”. Pensé acerca de cuáles eran las necesidades para mi trabajo, qué recursos se requerían, tales como ideas y una comprensión del arte mismo, habilidad y oportunidad. Vi que, como Dios es Alma, el origen de todas las ideas, entonces el Alma es el origen de todo arte verdadero, la expresión de belleza, color y forma. Otra referencia en nuestro libro de texto está en la página 477: “El hombre es la expresión del Alma”. De esto deduje que, como yo era la expresión del Alma, todos los recursos del Alma estaban disponibles para mí.
En esa época estaba diseñando tarjetas de felicitación para varias compañías. Si bien tenía suficiente trabajo, las tarjetas parecían cosas muy pequeñas, con temas algo limitados. En las tiendas veía libros para niños — libros de cuentos y libros con grandes ilustraciones — y le dije a una practicista de la Ciencia Cristiana, quien entonces me estaba ayudando, que yo deseaba poder hacer cosas como esas. Ella me alentó para que sólo fuera fiel a las cosas pequeñas.
Por tanto, seguí adelante, recurriendo a los recursos del Alma para que me guiaran y me dieran la comprensión y la habilidad para hacer las mejores tarjetas que me fuera posible. Entonces tuve una oportunidad para cosas mayores. La persona a cargo de las compras en el departamento de arte en una compañía de tarjetas me dijo que iban a iniciar una nueva línea de libros para niños. Me pidió que le hiciera un dibujo para la cubierta de un libro grande de ilustraciones, y agregó: “Es posible que no lo podamos utilizar, pero nos gustaría ver lo que usted puede hacer”. Hice el dibujo, y sí lo utilizaron. Desde entonces, me mantuvieron ocupada con toda clase de trabajos. Hice dibujos para muchos libros grandes con ilustraciones para niños, y también ilustré libros de cuentos para niños los cuales fueron publicados. Con el correr de los años, he ilustrado setenta y cinco libros completos, y he diseñado incontables cosas más en el campo del arte.
Sé que cualquier éxito logrado en mi carrera de artista se debe enteramente a mi comprensión de Dios a través de la Ciencia Cristiana. Ciertamente es el resultado del desarrollo del Alma en mi consciencia lo que me ha dado la sabiduría, la habilidad y la oportunidad para hacer mi trabajo de arte, y yo estoy muy agradecida.
Deerfield, Illinois, E.U.A.