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La Iglesia en acción

La práctica

Del número de enero de 1984 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Preguntas y respuestas

Una serie de respuestas a preguntas formuladas por las filiales sobre la práctica de la Ciencia Cristiana.

¿Qué significa estar totalmente disponible para la práctica pública de la Ciencia Cristiana? Al Department of Practitioners and Nursing Activities se le hace a menudo esta pregunta. Algunas personas han preguntado si la dedicación exclusiva a la práctica puede ser un impedimento para seguir llevando una vida familiar normal. Otras han preguntado si estar siempre disponible deja a uno tiempo para el estudio individual y el desarrollo de mayor inspiración. También se nos ha preguntado si es posible anunciarse en The Christian Science Journal aunque sólo se disponga de unos días a la semana. Y otras personas se preguntan si se deben aceptar llamadas durante las veinticuatro horas del día.

Todas estas preguntas indican ciertamente un deseo de expresar un alto nivel de ética y honradez en la práctica. Y‚ sin embargo‚ esas preguntas también sugieren que algunos podrían creer que la práctica puede ser restrictiva y pesada. Por el contrario‚ todos los que han consagrado muchos años a la práctica pueden atestiguar el gozo y la libertad que trae ese trabajo sanador‚ bendiciendo no sólo al que lo practica‚ sino también a sus familiares.

El estar disponible para la práctica pública no implica sentarse al lado del teléfono las veinticuatro horas del día. Más bien‚ consiste en percibir conscientemente‚ en todo momento‚ la presencia del Cristo en todas nuestras actividades. Tal vida de oración es la clave para estar espiritualmente listo.

En la biografia que escribió el Rev. Irving Tomlinson titulada Twelve Years with Mary Baker Eddy‚ él comenta con respecto a las personas que trabajaban en la casa de la Sra. Eddy: “A pesar de que cada uno de nosotros teníamos horas especiales de trabajo‚ no había un sólo momento en que no estuviésemos listos para asumir cualquier tarea adicional que pudiera surgir”. Irving C. Tomlinson‚ Twelve Years with Mary Baker Eddy (Boston: The Christian Science Publishing Society‚ 1966)‚ pág. 200.

Es probable que‚ al planear ordenadamente su día‚ el practicista encuentre que debe dedicar algunas horas al estudio y a la investigación. A menudo‚ los practicistas tienen un sistema disciplinado para realizar tareas domésticas que deben llevarse a cabo; pero también encuentran suficiente tiempo para estar con su familia‚ para tomar parte en actividades familiares‚ y para enterarse cada día cómo le ha ido a cada uno de los miembros de la familia. De esta manera disfrutan de momentos dulces y tranquilos de mutuo aprecio. Pero‚ al mismo tiempo‚ el practicista se mantiene “en estado de alerta” para hacerse cargo del trabajo de curación en cualquier caso específico tan pronto como se produzca algún llamado que lo requiera‚ y para dar al caso toda la atención que merece.

Muchos de los primeros colonizadores de la América del Norte estaban siempre listos para proteger sus hogares y su comunidad. Debido a que debían estar preparados en el preciso instante en que se les avisaba‚ se les llamaba milicianos. Cuando se reunían y se pasaba lista‚ su pronta respuesta era: “¡Listo!”

La Sra. Eddy dice de aquellos que sirven a Dios: “Todos los servidores de Dios‚ hombres y mujeres‚ son milicianos‚ listos para prestar servicio en el acto. Como siempre‚ estoy lista‚ con las sandalias puestas y con el cayado en la mano‚ esperando la consigna y la revelación del qué‚ cómo‚ y a dónde. Seamos fieles y obedientes‚ y Dios hará el resto”.Escritos Misceláneos‚ pág. 158.

Esto es lo que significa estar verdaderamente disponible. No se puede limitar a días u horas; es el que uno esté constantemente listo y serenamente convencido de que bajo la dirección de la única Mente divina no puede haber ninguna imposición‚ ninguna carga‚ ningún conflicto.

Una practicista que se dedicó a la práctica mientras sus hijos eran aún bastante pequeños‚ encontró que a pesar de una extensa y creciente práctica‚ en ningún momento hubo conflictos con las necesidades de su familia. Por el contrario‚ fue una época de fortalecimiento para cada miembro de la familia. Ninguno se sintió excluido; más bien todos se sintieron incluidos en la dedicación al trabajo de curación.

El estar disponible para la práctica pública requiere una dedicación total sin ningún tipo de reservas. Esta dedicación trae gozo y equilibrio a la familia. El ejercer un sentido justo de equilibrio en nuestra propia vida es una prueba de dominio sobre todas las presiones de la existencia mortal. Esto es parte de la prontitud que permite estar verdaderamente disponible.

Por lo tanto‚ alguien que esté listo‚ no pediría servir sólo durante determinados días de la semana o sólo determinadas horas del día‚ sino que estaría deseoso de confiar la práctica al control infalible de la Mente divina‚ sabiendo que un perfecto equilibrio es el resultado natural de tal control. A menudo‚ esas llamadas ocasionales que se reciben a medianoche han brindado a más de un practicista los momentos más preciados de inspiración. La Sra. Eddy nos asegura en el libro de texto: “El descanso más elevado y dulce‚ aun desde un punto de vista humano‚ se encuentra en la labor sagrada”.Ciencia y Salud‚ págs. 519–520.

Si la práctica se extiende hasta tal punto que el practicista siente que no puede responder a todos los que buscan su ayuda‚ él sabe que no es falta de ética elegir a los pacientes a través de la oración. Esto está totalmente de acuerdo con lo establecido en el Manual de La Iglesia Madre‚ Art. XXVII‚ Sec. 4‚ donde la Sra. Eddy dice que la elección de los pacientes queda librada a la sabiduría del practicista.

Estar disponible es‚ entonces‚ una cuestión de nuestra preparación y disposición espiritual. El practicista consagrado se regocija en la promesa que hace nuestra Guía‚ la Sra. Eddy: “... bendito es ese hombre que ve la necesidad de su hermano y la satisface‚ procurando su propio bien beneficiando a otro”.Ibid.‚ pág. 518.

Cualquier pregunta relacionada con la práctica pública puede ser enviada a: The Frist Church of Christ‚ Scientist; Practitioners and Nursing Activities‚ A–151; Christian Science Center; Boston‚ MA‚ E.U.A. 02115.

Lo mejor que pude haber hecho

Las muchas formas en que las Iglesias de Cristo‚ Científico‚ comparten su religión sanadora‚ han sido destacadas frecuentemente en estas columnas. Vemos que la siguiente carta — de una persona cuya vida cambió considerablemente después de que su hija visitó un puesto de distribución de literatura — nos habla de un resultado especialmente significativo:

“Hace algunos años‚ una de nuestras hijas estaba en un centro comercial de la vecindad‚ y‚ afortunadamente para nuestra familia‚ había unas amables señoras en un puesto distribuyendo literatura de la Ciencia Cristiana y respondiendo preguntas. Aunque nuestra hija no sabía nada acerca de la Ciencia Cristiana‚ decidió detenerse‚ ya que en ese momento teníamos algunos problemas familiares. Ellas le ofrecieron varios ejemplares del Christian Science Sentinel y fueron muy comprensivas.

“No sabiendo casi nada sobre Ciencia Cristiana‚ pero apreciando la atención de hija‚ comencé a leer los Sentinels‚ y me parecieron muy inspiradores y llenos de esperanza y amor. Tenían puntos de vista totalmente diferentes a otros artículos religiosos que yo había leído antes.

“Por varios años había estado sufriendo de dolores y de inflamación en la región maxilar. Aunque me habían atendido muchos médicos‚ no había recibido ningún alivio y‚ de hecho‚ estaba empeorando. Empecé a preguntarme si la Ciencia Cristiana podría ayudarme en esto y decidí pedir a Boston un ejemplar de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy. ¡Qué tremenda bendición fue para mí ese libro! Sentí como si finalmente tuviera un correcto entendimiento de Dios y de mí misma‚ de manera que decidí confiar totalmente en Él para todas mis necesidades‚ incluso mi salud. ¡Qué alivio tirar tantos medicamentos‚ cancelar las visitas con el médico‚ y qué emoción sentirme mejor de lo que me había sentido en años! Me liberé del dolor y sané completamente del maxilar.

“Estaba tan impresionada con las enseñanzas de la Ciencia Cristiana que compré cuatro ejemplares más de Ciencia y Salud y le di uno a cada uno de nuestros hijos adultos‚ pues‚ en mi opinión‚ fue lo mejor que pude haber hecho por ellos”.

[Extractos compilados de la sección “The Church in Action” del The Christian Science Journal.]

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