Uno de los mayores problemas mundiales de hoy en día es la inestabilidad económica. En muchos países, la inflación se ha unido a la recesión. Las condiciones de la economía y sus efectos en el individuo son, para el Científico Cristiano que practica su religión, un aspecto que requiere tanta atención como cualquier condición del cuerpo. En ambos casos, es un llamado para trabajar y orar.
Aprendemos en la Ciencia Cristiana que la provisión está siempre disponible para satisfacer la demanda. Esto es demostrable cuando comprendemos que debido a que hay una sola Mente, la Mente que está proveyendo es también la Mente que está haciendo la demanda.
No hay límite en la cantidad de bien que imparte la Mente infinita. La inteligencia es estable. En el cuadro absoluto, la demanda y la oferta están siempre en perfecto equilibrio. Un relato sobre Cristo Jesús alimentando a la multitud indica que siempre es más lo que está disponible que lo que llamamos necesidad. Leemos en dicho relato: “Recogieron de los pedazos que habían sobrado, siete canastas”. Marcos 8:8.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!