¿Se le pidió hace poco si podía enseñar en la Escuela Dominical? ¿Se pregunta usted si debería aceptar? Bueno, por favor, no diga que “no” antes de leer este artículo:
No es de sorprenderse si pensamientos como los siguientes cruzaron su mente cuando se le ofreció dicha tarea:
• “Los niños me hacen sentir incómodo”.
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