¿Dónde está nuestra tierra natal?
Oh peregrino, oh refugiado,
Oh doliente, ¿jamás comprenderemos?
Lo que todos tan desesperadamente anhelamos
siempre ha estado y estará eternamente a nuestro alcance.
Nuestro lugar correcto está aquí hoy
Para reclamarlo, y nadie puede quitárnoslo.
¿Qué cantan los ángeles?
“Sonreíd por entre vuestras lágrimas y aferraos
A esa visión brillante de vuestra herencia
Y vuestra propia posición —¡hijos del Rey!
Apartaos de la escena humana, donde ruge la tempestad,
O atravesad la oscuridad con un rayo mental,
que disipará todo mal como un sueño”.
Si sólo eso fuera verdadero...
Oh peregrino, oh refugiado,
Oh doliente, escucha a quien sabía:
“El reino”, dijo el hombre de Galilea
A corazones que añoran el cielo, “está entre vosotros... ”
Moramos para siempre en el reino de la Mente,
A salvo, protegidos, felices, hermosos y bondadosos.
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