Son muchos los que están hambrientos de bien. Pero, ¿qué es en realidad el bien perdurable? La Sra. Eddy responde a esta pregunta cuando indica que la declaración constante del verdadero Científico Cristiano es: “El bien es mi Dios, y mi Dios es el bien. El Amor es mi Dios, y mi Dios es el Amor”.Escritos Misceláneos, pág. 206.
El hombre creado a la semejanza de Dios refleja el bien divino e infinito y expresa el bien en bondad. Pero, ¿cómo logramos el bien?
Un estudio de la palabra “bien”, con la ayuda de las Concordancias de los escritos de la Sra. Eddy, despierta e ilumina. No cabe dudas de que un estudio de este tipo espiritualiza nuestro concepto del bien. Las numerosas referencias a esta corta palabra nos muestran el énfasis que pone la Ciencia Cristiana en la comprensión espiritual del bien. Cada vez que uno reconoce el bien, está reconociendo a Dios. Cada vez que permitimos que el bien resplandezca por encima de las tendencias malas, la presencia misma de Dios actúa en nuestra vida. En Ciencia y Salud, la Sra. Eddy declara: “El mal es destruido por la consciencia de bien”.Ciencia y Salud, pág. 311.
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