Crecí en la Ciencia Cristiana y asistí a una Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana en mi niñez. Aunque siempre me he apoyado en la Ciencia Cristiana para mis curaciones, nunca realmente llegué a comprender el poder de esta Ciencia, sino hasta el segundo año de mis estudios universitarios.
El fin de semana anterior a mis exámenes finales, decidí irme a casa para tener un lugar tranquilo para estudiar. Durante uno de mis pequeños descansos, salí para jugar con nuestros dos perros. Al correr, me resbalé en una parte que estaba cubierta de hielo, y caí abruptamente al suelo. Traté de levantarme, pero me di cuenta de que la espalda no me sostenía y el dolor era intenso.
Después que me ayudaron a entrar a la casa, comencé a estudiar la Biblia, y Ciencia y Salud por la Sra. Eddy. También afirmé mi verdadera identidad como hija perfecta de Dios. Luego llamé a una practicista de la Ciencia Cristiana para que me ayudara con mi trabajo de oración.
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