“¡Me he sanado!” exclamó mi amigo cuando, un miércoles, salíamos de nuestra filial de la Iglesia de Cristo, Científico, después de la reunión vespertina de testimonios. Mi amigo me dijo que se había sentido impulsado a ir a la iglesia aunque estaba sufriendo de una dolorosa enfermedad y le había sido difícil conducir el automóvil.
¿Cuál era el concepto que él tenía de iglesia? ¿Un edificio, una estructura material? Por cierto que mi amigo respondió activamente a la idea espiritual de Iglesia que la Sra. Eddy define en Ciencia y Salud como “la estructura de la Verdad y el Amor; todo lo que descansa en el Principio divino y procede de él”.Ciencia y Salud, pág. 583. Respondió al llamado del Cristo: “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios”. Mateo 10:8. ¿No es acaso así como la Iglesia se manifiesta en nuestra vida, por medio de la curación que prueba la utilidad de la idea divina?
Las selecciones preparadas, el apoyo vigoroso de los miembros en la congregación, y la participación de ellos en la reunión, fueron todos factores contribuyentes para la curación de mi amigo, ya que la actividad del Cristo en la consciencia individual siempre manifiesta la utilidad de la Iglesia. Como lo dice la Sra. Eddy en la segunda parte de la definición de Iglesia: “La Iglesia es aquella institución que da prueba de su utilidad y eleva a la raza humana, despierta el entendimiento dormido de las creencias materiales para que comprenda las ideas espirituales y demuestre la Ciencia divina, y así echa fuera a los demonios, o al error, y sana a los enfermos”.Ciencia y Salud, pág. 583.
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