Conozco a un niño que acostumbraba dejar caer un libro al piso para que todos lo miraran. Siempre estaba tratando de llamar la atención.
Muchas personas sienten el deseo de que se les preste atención. Cuando realmente pensamos en esto, Dios nos está prestando Su atención amorosa y total en todo momento.
Y esto nos puede resultar de ayuda si a menudo sentimos el deseo de que la gente nos preste más atención.
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