¡Qué importante es este momento! Jamás podemos vivir de nuevo un momento, una hora o un día del pasado. Podemos pensar, hablar o soñar sobre él, pero no podemos vivirlo otra vez. Este simple hecho nos señala una verdad espiritual más profunda que puede ayudarnos a enfrentar los problemas cotidianos y a destruir los efectos miserables de un pasado infeliz.
En la Biblia leemos: “Amados, ahora somos hijos de Dios”. 1 Juan 3:2. Claramente, Juan, ese inspirado seguidor de Cristo Jesús, vio la necesidad de reclamar nuestra filiación con Dios en el eterno ahora.
La Sra. Eddy, al escribir en el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud, comenta: “Clamó el apóstol: ‘He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación’ — queriendo decir, no que los hombres tengan que prepararse ahora para la salvación o seguridad en un mundo futuro, sino que ahora es el tiempo de experimentar esa salvación en espíritu y en vida”. Ciencia y Salud, 39.
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