En un mundo donde millones están luchando contra una grave pobreza, es importante que todos lleguemos a comprender más cabalmente el cuidado que tiene Dios hacia el hombre. El Amor infinito y divino sí cuida de las necesidades de su creación. Se requiere que esta verdad espiritual sea más ampliamente reconocida y comprobada a través de la adoración al único Dios.
Es de vital importancia para esta adoración que vivamos de acuerdo con la ley divina; que seamos honestos, altruistas, puros y compasivos. Esto nos despierta a la protección del Amor. Y nuestro propio despertar bendice ineludiblemente a toda la humanidad.
El Salmista cantó: “Jehová es mi pastor; nada me faltará”. Salmo 23:1. Este conocido salmo no es sólo una declaración de esperanzas o deseos, sino de un hecho espiritual. Puesto que nuestro Padre celestial está constantemente satisfaciendo las necesidades de Sus hijos, en realidad no podemos, desde un punto de vista espiritual, realmente carecer de nada. Entonces, si no contamos con lo que es bueno y necesario, existe una respuesta que puede hallarse al aprender más acerca de nuestro Pastor. Las demostraciones que tengamos en este tipo de problema son una de las formas con las que podemos apoyar a quienes estén atravesando desafíos más serios.
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