Abre los oídos — para oír
Su Palabra.
Abre los ojos — para ver
Su creación.
Eres Su hijo amado,
a Su imagen creado,
Su perfección siempre has irradiado.
¡SI!
Su Cristo te habla
y
por tu nombre te llama.
Del número de septiembre de 1987 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana
Abre los oídos — para oír
Su Palabra.
Abre los ojos — para ver
Su creación.
Eres Su hijo amado,
a Su imagen creado,
Su perfección siempre has irradiado.
¡SI!
Su Cristo te habla
y
por tu nombre te llama.