Cualquiera que sea el trabajo que estemos haciendo en la iglesia, la tarea es, ante todo, espiritual. En esta crónica, que se publicará en dos partes, consideraremos el trabajo en las Salas de Lectura. Esta es la segunda parte. La primera apareció en el Heraldo de octubre de 1989.
¿Qué es lo que nos hace amar el trabajo de la Sala de Lectura y nos impulsa a trabajar cada vez con mayor ahínco? Es reconocer lo que estamos haciendo. Una visión clara de la importancia de nuestro trabajo. Una convicción firme, inquebrantable de que nuestro trabajo. Una convicción firme, inquebrantable de que nuestro trabajo está sanando al mundo. No es de sorprender que estas ideas resulten familiares. Se repiten constantemente en la correspondencia que recibimos de todo el mundo.
Nos sentimos profundamente conmovidos por la percepción de un bibliotecario de una Sala de Lectura de Alaska. Este joven nos envió una carta de cinco páginas escritas a mano y a simple espacio, con respecto a la actividad de la Sala de Lectura de su iglesia filial. Nos informó que diariamente utilizan la Sala de Lectura entre cinco y diez personas, y concurren por semana una o dos personas totalmente nuevas en Ciencia Cristiana. Presten atención a la manera en que este consagrado trabajador comprendió esa actividad de la Sala de Lectura: "Lo maravilloso de estas [experiencias] es que no son simplemente incidentes sin importancia, sino que uno puede ver el toque del Cristo en la vida de la gente, bendiciéndola de modos y maneras que nosotros quizás ni siquiera conozcamos. Es bueno sentirse parte de esto.. ."
No sólo es bueno sentirse parte de esto, es preciso que nos sintamos parte de esto. En una ocasión, en que la Sra. Eddy se dirigía en forma directa a estudiantes de Ciencia Cristiana, ella se refirió a "la misión universal que el Amor divino nos ha confiado en favor de la sufriente raza humana.. ." Escritos Misceláneos, págs. 155–156.
La Ciencia Cristiana, como la revelación de la verdad que Dios hace a la humanidad, no es un camino para sanar a un mundo agobiado; es el camino, el Consolador prometido. Las Salas de Lectura deben estar activas en "la misión universal que el Amor divino nos ha confiado", honesta y modestamente, sin excusas. En términos prácticos, significa estar preparados para responder en forma más efectiva al visitante que entra por primera vez. Significa responder a sus preguntas con el corazón, con la certeza que resulta de nuestra propia experiencia de curación que da "razón de la esperanza que hay en vosotros". 1 Pedro 3:15. Significa paciencia y tolerancia con los conceptos erróneos que se puedan abrigar respecto a la Ciencia Cristiana, y demostrar un genuino aprecio e interés por las sinceras convicciones del visitante.
Las exigencias actuales
Deberíamos esperar que lleguen nuevos visitantes. Una persona que ha trabajado mucho en Salas de Lectura nos dijo que mientras se desempeña en sus funciones ella espera que entren nuevos visitantes. (¡Y agregó con suavidad, que eso es lo que ocurre!) Por cierto que no es cuestión de quererlo porque sí, sino que es una expectativa natural, espiritual. Esa expectativa cobra vida a través de la oración sincera. La experiencia demuestra que, a menudo, es una oración en busca de humildad. Por medio de la humildad se percibe que lo que la Sra. Eddy estableció para las Salas de Lectura fue guiado por Dios; no sólo fue correcto, sino esencial para el progreso y el bienestar de la humanidad. La humildad reconoce que lo que ella estableció surgió del amor más profundo y práctico por la humanidad; un amor espiritual que sabía con exactitud cómo responder a las necesidades de épocas futuras al proveer un lugar específico para el ministerio de nuestro pastor.
Proyecto práctico: Utilizando la Lección Bíblica de la semana, del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana, pueden ver cuántas citas responden específicamente a los problemas que se mencionan en cualquier artículo de una edición actual de sus periódicos locales.
El pastor, la Biblia y Ciencia y Salud con Clave de Las Escrituras por Mary Baker Eddy, es el centro de toda actividad de una Sala de Lectura. La Sra. Eddy habla de la lección semanal que se toma de estos libros como de aquello de lo que "depende grandemente la prosperidad de la Ciencia Cristiana".Manual de La Iglesia Madre, Art. III, Sec, 1. Es sanadora; y la actividad sanadora es la razón más convincente que usted puede ofrecer a su comunidad al explicar el porqué de la existencia de su Sala de Lectura. Es la prueba de que el descubrimiento espiritual "es la mejor parte de su día".
De Tercera Iglesia de Cristo, Científico, Dallas, Texas, E.U.A.
"El éxito de nuestra Sala de Lectura depende en gran medida del apoyo tanto espiritual como de todo tipo que brindan los miembros de la iglesia. Debemos recordar que la Sala de Lectura no es sólo para el recién llegado. Es un refugio para todos, en todas las etapas en que se prueba y se comprende esta Ciencia. De hecho, el trabajo que realizan los Científicos Cristianos experimentados en la Sala de Lectura contribuye en alto grado a su atmósfera sanadora".
De Quinta Iglesia de Cristo, Científico, Dallas, Texas, E.U.A.
"Un hombre joven ha estado visitando diariamente la Sala de Lectura durante un par de meses, pasando algunas horas en la sala de estudio. Hace poco estuvo conversando un rato con la bibliotecaria respecto al tiempo que había pasado aquí, usando parte de sus horas de trabajo. Durante ese período de dos meses, su negocio ha crecido, la relación con su jefe ha mejorado, y todos los momentos que ha pasado con su esposa y sus hijos han sido de felicidad y armonía. Su manera de ver las cosas ha cambiado y siente mucha inspiración espiritual. Expresó su más sincera gratitud por esta Sala de Lectura y por los que están a cargo de ella. Dice que siente un aprecio más profundo por el propósito de la Sala de Lectura y su utilidad para la comunidad".
