Tomad, comed:
ya no se os ofrece leche,
sino vianda.
Ya no sois más niños,
sino hombres.
No os volváis de nuevo
a la leche.
Tomad, comed:
pues el camino es largo.
La leche ya no bastará;
debéis estar fuertes.
Ahora necesitáis
el alimento vigorizante
del Espíritu.
Tomad, comed,
no lo temáis.
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