El hombre — la imagen y semejanza de Dios — tiene una relación indestructible con El. Estoy agradecido por haber demostrado, una y otra vez, que el apoyarse en esta verdad siempre resulta en bendiciones.
Hace varios años, un miércoles, asistí a una reunión vespertina de testimonios en una filial de la Iglesia de Cristo, Científico, en una ciudad distante de mi casa. Muchos de los testimonios que dieron los miembros de la congregación se referían a la protección divina. Después de la reunión, tomé un tranvía para regresar a mi hotel. Yo era el único pasajero. En una parada, cinco jóvenes subieron al tranvía. Dos de ellos se sentaron frente a mí, dos detrás de mí, y el quinto se sentó a mi lado.
Mi primer pensamiento fue sobre mi vulnerabilidad de ser atacado, especialmente porque el tranvía había entrado en un largo túnel y estaba fuera de la vista del público. Entonces recordé los útiles testimonios que había escuchado. Traté de ver la situación más profundamente, y me di cuenta de que todos nosotros estábamos bajo el cuidado protector de Dios. Yo sabía que el amor y la ley de Dios nos protegían a cada uno de nosotros.
No creí que fuera mera coincidencia cuando, dos paradas después, los jóvenes salieron del tranvía. Por supuesto que yo estaba agradecido porque la Ciencia Cristiana nos facilita los instrumentos para combatir cualquier posibilidad de discordancia. Pero, puedo agregar, que significó mucho para mí que yo pudiera responder desde un punto de vista realista, que fue más allá de la mera reacción de pánico, odio o ataque físico.
Una experiencia reciente me demostró que el hombre está siempre empleado por Dios. Por muchos años estuve asociado con una subsidiaria de la firma para la que trabajo, y había alcanzado una posición muy elevada. Un día, los empleados fueron notificados que nuestra subsidiaria estaba a la venta, y que nos enviarían a otros lugares.
Tomó nueve meses completar la venta, y usé mucho de ese tiempo en obtener una clara comprensión del verdadero trabajo del hombre, que es el de reflejar a Dios, expresando cualidades espirituales tales como inteligencia, paz, amor y estabilidad. Llegué a comprender a Dios mejor por medio de mi estudio de la Ciencia Cristiana, y me vinieron pensamientos muy útiles que me confirmaron el amor siempre presente de Dios para conmigo como Su hijo, pensamientos que fueron aplicables a mi situación de empleo.
En una época, consideré dejar la firma. Recurrí a Dios en busca de dirección porque sabía que la Mente divina me revelaría el curso correcto que debía seguir. Un versículo de la Biblia vino a mi pensamiento (Salmo 46:10): “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. Percibí que yo debía continuar obteniendo una comprensión más profunda del amor de Dios, y no preocuparme por los delineamientos humanos.
Cuando se anunció la venta, no había una posición disponible al nivel de mi clasificación en ninguna de las subsidiarias de la firma. Cuando la ansiedad trató de inquietarme, recordé un pasaje de The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany por la Sra. Eddy, que curso dice: “He citado, como nuestra presente necesidad, la fe en Dios en el curso de los acontecimientos. Una fe plenamente desarrollada, remontándose a las alturas del Horeb, trae infinitas bendiciones, y el espíritu de esta plegaria, es el fruto de la rectitud —‘en la tierra paz y buena voluntad para con los hombres’ ” (pág. 281). Me aferré a este pensamiento. Y, en poco tiempo, una posición similar a la mía estuvo disponible en otra subsidiaria y me pidieron que llenara la vacante. Mis nuevos compañeros de trabajo expresaron gratitud porque una persona con experiencia estaba disponible para llenar la vacante.
Cada vez que nos apoyamos en un razonamiento cristianamente científico, crecemos en nuestra comprensión de la totalidad de Dios, y esto nos bendice a nosotros y a otros en formas imprevistas. Estoy agradecido por las muchas oportunidades que he tenido de servir activamente en las iglesias filiales de las que he sido miembro. Cada actividad en la iglesia provee una avenida para crecimiento espiritual.
St. Louis, Missouri, E.U.A.