Cristo Jesús dijo: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos”. Juan 15:8. Pero este llamado a una vida productiva, espiritualmente útil, no está limitado a una vagamente definida élite espiritual, sino que está dirigido a cada uno de nosotros.
Si usted está pensando: “Quiero ser fiel al llamado de Cristo, ¿pero cómo puedo expresar mis talentos de manera más provechosa?”, una experiencia que tuve hace varios años podría ser útil. Me sentía estancada en mi empleo. Pasaba casi todos los días sentada con los brazos cruzados. Mi empleador era muy inteligente, y, al parecer, era más rápido para él hacer el trabajo que delegármelo a mí. Al principio, traté de buscar algún proyecto para hacer, pero sin gran resultado. Al final, la sensación de inactividad e inutilidad se hizo insoportable. Comencé a buscar otro empleo. Pasó largo tiempo sin que tampoco obtuviera resultados.
Un día, al estudiar la Biblia, leí estas palabras de Cristo Jesús: “El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros”. Lucas 17:20, 21. Estaba familiarizada con este pasaje, pero ese día en particular las palabras parecían iluminadas. Vi por qué estaba aún luchando con el ocio y la frustración.
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