La asustada ardilla atrapada en el tubo de desagüe arañaba desesperadamente tratando de salir. Aparte de desmantelar el caño de alguna manera, yo no veía otra forma de ayudarla. Esa mañana, sin embargo, al estudiar la Biblia, había leído sobre la liberación divina del apóstol Pedro de la prisión. Ver Hechos 12:1–11. Ahora bien, pensé con confianza que si el recurrir a Dios de todo corazón pudo liberar a Pedro, con toda seguridad podía liberar a esta ardilla. Oré para entender que, puesto que Dios es Amor e imparte amor, yo podía saber cómo ayudarla. Me vino la idea de cambiar la posición del caño que trae el agua hacia abajo. Pude moverlo justo lo suficiente para que la ardilla se deslizara y saliera.
Un acontecimiento intrascendente, pero me alegró el día y me hizo sentir agradecida, una vez más, por la Santa Biblia. Nuevamente su mensaje sanador había venido en mi ayuda cuando lo necesitaba, acallando mi ansiedad al recordarme el poder y el amor de Dios, para que pudiera ser receptiva a la solución práctica necesaria. Para mí, esto no representó calmar la mente humana, sino despertar a las posibilidades actuales para el bien tanto en las cosas pequeñas como en las grandes.
Las alabanzas y oraciones a Dios que se encuentran en la Biblia, sus narraciones sobre cómo hombres y mujeres comunes, como nosotros, resolvieron sus problemas al aprender acerca de Dios y confiar en El, los muchos relatos de curaciones realizadas por nuestro Mostrador del camino, Cristo Jesús, todo esto nos capacita para entender mejor a Dios, para despertar a Su presencia. Al comprender mejor a Dios, encontramos respuestas cuando las precisamos porque Dios es la fuente siempre presente de toda sabiduría. Según lo discernió un escritor del Nuevo Testamento: Dios es el "único y sabio Dios". 1 Tim. 1:17. Y debido a que Dios es Espíritu, como lo enseña la Biblia, la sabiduría divina es enteramente espiritual, no está limitada por preconceptos y opiniones humanas.
La Ciencia Cristiana explica que Dios imparte constantemente comprensión espiritual a su semejanza espiritual, el hombre. Esta comprensión, amaneciendo en la consciencia humana, saca a luz la autoridad del gobierno de Dios sobre Su descendencia y el universo espiritual; revela la superioridad del bien sobre la mentira agresiva denominada mal. A medida que empezamos a entender, mediante el estudio de la Biblia y la práctica científica de sus enseñanzas, que la sabiduría divina es suprema, llegamos a expresarla más plenamente en todo lo que hacemos.
Entendemos el significado espiritual, sanador, de la Biblia por medio del poder del Cristo, que expresó Jesús. Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por la Sra. Eddy, declara: "El Cristo es la verdadera idea que proclama al bien, el divino mensaje de Dios a los hombres que habla a la consciencia humana".Ciencia y Salud, pág. 332. Es este mensaje divino el que trae comprensión espiritual.
Las respuestas oportunas a menudo comienzan con un versículo o un relato de la Biblia. Tal vez el pasaje ponga en relieve justo la actitud que necesitamos para dar los pasos humanos correctos. O tal vez un pasaje declare un hecho divino que desarma específicamente cualquier sugerencia de falta de adecuación, temor o presión que nos ataca. Cuanto más íntimamente conocemos la Biblia, más fácilmente aplicamos sus mensajes sanadores, los que a su vez aumentan el agradecimiento y la receptividad que volcamos a nuestro estudio de la Biblia, en nuestro continuo aprendizaje acerca de Dios.
La mañana en que encontré la ardilla, había estudiado temprano la Lección Bíblica para esa semana que aparece en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. Estas Lecciones Bíblicas semanales, que están a nuestra disposición para ser estudiadas diariamente, contienen pasajes de la Biblia y de Ciencia y Salud. Repetidas veces estudiantes de estas Lecciones Bíblicas encuentran en ellas inspiración que no sólo dan respuesta a sus propias necesidades, sino que los obliga a orar por los desafíos más grandes que enfrenta la humanidad.
Ciencia y Salud declara: "Las Escrituras son muy sagradas. Nuestro objetivo debe ser el contribuir a que se las comprenda espiritualmente, porque sólo mediante esa comprensión se puede llegar a la verdad".Ibid., pág. 547. La comprensión inspirada de la palabra escrita quita las cadenas a los pasajes bíblicos que pretenderían restringirlos a un momento histórico, un lugar o una cultura, y revela su cercanía y universalidad. La inspiración que se encuentra en las Escrituras demuestra la lógica divina, que disuelve el escepticismo o la indiferencia. El sentido inspirado de las Escrituras sana.
En momentos de gran necesidad, un Científico Cristiano sintió la presencia sostenedora del Cristo y halló su respuesta al recurrir a la Biblia. Había perdido su empleo y al mismo tiempo se enfrentaba a una acción judicial que amenazaba quitarle todo cuanto poseía. La institución en la que había trabajado, y en cuya junta directiva había tomado parte, había cerrado repentinamente debido a una abrupta cesación de los fondos que recibía.
Abrumado por el temor y la sensación de injusticia ante la posible responsabilidad por acciones de las que no estaba enterado y que, de haberlas conocido, no hubiera permitido que continuaran, telefoneó a una practicista de la Ciencia Cristiana para que lo apoyara por medio de la oración. En sus propias oraciones, había leído la Biblia con expectación. En Isaías 41, versículos 10 al 16, encontró la actitud y hechos divinos que sintió que necesitaba para demostrar la presencia del bien frente a la adversidad.
En estos versículos leyó consoladoras promesas tales como esta: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia" (versículo 10). Vio la importancia de la obediencia a este mandato "no temas", que aparece tres veces en estos versículos. Afirmó que en el amor omnipotente de Dios no puede haber enemistad ni enemigos. Esto le dio valor para ir todos los días a la institución, tener reuniones con los acreedores y contribuir a allanar el cierre.
Por la noche hacía un análisis del día desde la base de la visión del profeta. Veía los problemas como montes que podía moler con un "trillo nuevo, lleno de dientes" (versículo 15). Consideraba que este trillo era la oración cristianamente científica, que reconoce que Dios, el bien, es todo, la única fuente de la ley. Razonaba específicamente que la carencia, el odio, la ira, no tenían base en la realidad espiritual. Ellos eran mentiras, cizaña, que él podía aventar con la Verdad y que se los lleva el viento del Amor (ver versículo 16).
Halló que el aventador está definido espiritualmente en el capítulo titulado "Glosario" en Ciencia y Salud como "lo que separa a la fábula de la realidad; lo que da acción al pensamiento".Ibid., pág. 586. Y, en la definición de viento, encontró esta esclarecedora explicación: "Lo que indica la fuerza de la omnipotencia y los movimientos del gobierno espiritual de Dios, abrazando todas las cosas".Ibid., pág. 597. Estas definiciones espirituales fortalecieron su comprensión del poder y la pertinencia de la visión del profeta.
Por último, se aseguró de regocijarse "en Jehová" (versículo 16), dando gracias por la bondad suprema e inalterable de Dios y por los buenos pensamientos y resultados que se estaban manifestando. Por ejemplo, un banco notificó a la institución que tenían una cuenta de la que el personal no tenía conocimiento. Su balance satisfizo a varios acreedores urgentes.
Finalmente, toda la situación se resolvió con justicia. El abogado que este señor había contratado comentó asombrado: "Todo este asunto a usted no lo tocó para nada". Además, después que sus responsabilidades para con la institución terminaron, le ofrecieron un empleo en otra parte que le proporcionó la oportunidad de expandir su área de actividad.
Durante toda esta experiencia, el sentido inspirado de las palabras de Isaías, como un compañero, se quedaron con él, abriendo su pensamiento para ser amoroso y paciente para que todos los pasos humanos pudieran darse.
Podemos estar muy agradecidos por todos los que durante siglos, mediante la devoción a la Palabra de Dios y por amor a su prójimo, han contribuido a poner la Biblia a nuestra disposición. La Biblia nos habla a cada uno de nosotros a través del Cristo, exactamente donde estamos, exactamente cuando lo necesitamos, justo de la manera que lo necesitamos. Nos guía a comprender cada vez más que Dios es Amor todo poderoso, hoy y siempre.
