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Un Dia, Al leer la Biblia, me...

Del número de enero de 1991 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Un Dia, Al leer la Biblia, me llamó la atención este versículo de Salmos que dice: "A medianoche me levanto para alabarte por tus justos juicios". Me preguntaba por qué el Salmista prefería la medianoche para dar gracias; y medité sobre el versículo hasta que pude captar en cierta medida algo de su significado. Vi que el Salmista estaba tan consciente de los justos juicios de Dios que aun a medianoche se levantaba para expresar su gratitud.

Esto hizo que me diera cuenta de que realmente debía gratitud a Dios por las innumerables bendiciones y curaciones que ha recibido cada miembro de nuestra familia por medio de la Ciencia Cristiana. Con todo mi corazón me regocijo en compartir una de estas curaciones en humilde gratitud a Dios por esta maravillosa religión.

Mi salud física se estaba deteriorando. Comenzaba a sentirme exhausto, con dolores en el pecho y malestares estomacales como resultado de la obesidad. Con el menor trabajo o ejercicio físico, aumentaba el dolor en el pecho. Asumí que esto se debía a problemas cardíacos.

En la cubierta posterior de un Christian Science Sentinel leí el siguiente versículo de 1 Timoteo: "... el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha..." Esto tuvo un efecto considerable en mí, y me volví a Dios en busca de dirección y de valor para comenzar a resolver el problema por medio de la oración.

Además del estudio regular de la Lección-Sermón (que aparece en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana), comencé a leer Ciencia y Salud y Prose Works por nuestra amada guía, Sra. Eddy. Ciencia y Salud dice: "La Ciencia Cristiana revela que Dios no es el autor del pecado, la enfermedad y la muerte, sino que es Principio divino, Ser Supremo, Mente, y que está exento de todo mal. Enseña que la materia es la falsedad, no la realidad, de la existencia; que los nervios, el cerebro, el estómago, los pulmones y demás, no tienen — como materia — inteligencia, vida ni sensación".

Esta declaración me ayudó inmensamente a elevar mi comprensión de que Dios no es el autor de la enfermedad. Aprendí que mi verdadera identidad como el reflejo de Dios, la Mente, nunca se puede encontrar en un cuerpo material. La materia no tiene ni vida, ni sensación ni inteligencia para responder al ejercicio físico.

Leí estas palabras en Proverbios: "Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas". Esto me dio gran consuelo, acallé mis propios temores y escuché la voz de Dios, la Verdad.

En The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, la Sra. Eddy dice enfáticamente: "A menos que usted perciba totalmente que es el hijo de Dios, por consiguiente perfecto, usted no tiene Principio que demostrar, ni regla para su demostración". Esto me ayudó a comprender que el hombre, en verdad, es el hijo espiritual de Dios por siempre saludable y perfecto. Sobre esta base refuté la sugestión de que el hombre es un mortal material sujeto al dolor, la enfermedad, etc.

Durante este período de oración y estudio me di cuenta de ciertos rasgos falsos de carácter. Por medio de la oración persistente me consagré a reemplazar los errores de amor propio, voluntad propia y orgullo con amor impersonal, pureza, mansedumbre y obediencia. También me comprometí conmigo mismo a confiar en Dios, a obedecer Sus leyes, y a demostrar todo lo que yo reclamaba como mío por ser hijo de Dios.

En menos de un mes me encontré sintiendo una gran alegría. El dolor del pecho cesó, y mi peso volvió a ser normal. La curación fue completa.

En nuestra familia hemos experimentado otras curaciones de enfermedades como asma, fiebre, quemaduras y heridas. Necesidades económicas han sido satisfechas, se han resuelto problemas de relaciones, y hemos recibido otras innumerables bendiciones por medio de la Ciencia Cristiana. Estamos realmente muy agradecidos a Dios por el discernimiento y la iluminación espirituales que la Ciencia Cristiana ha traído a nuestra familia y a muchas personas en todo el mundo.


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