Hace Unos Años estuve expuesta a grandes cantidades de una sustancia sumamente venenosa llamada clordano. Poco tiempo después aparecieron en mi cuerpo síntomas muy extraños y alarmantes; muy pronto estuve completamente incapacitada. Pasaba todas las horas que estaba despierta en oración y estudio.
El mensaje predominante que me vino a través de este trabajo de oración fue que Dios es el "Yo Soy". Busqué en toda la Biblia y en los libros de la Sra. Eddy donde se usan estas dos palabras. Hay muchos pasajes. Todos ellos eran maravillosos y me brindaban apoyo, pero uno en particular significó todo para mí. Dice: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra" (Isaías).
Todo el capítulo fue mi ancla, mi apoyo, y mi torre de fortaleza a través de esta experiencia. Me dio una fortaleza tremenda y el valor genuino para seguir adelante. Hasta me hizo llorar — llorar de alegría y gratitud — por el gran amor que Dios tenía para conmigo y por esta oportunidad de demostrar Su totalidad, Su bondad, y Su omnipotencia. En lugar de ser una experiencia de sufrimiento, fue una de vívida inspiración y de gozo liberador: gozo por ser realmente la imagen y semejanza de Dios, Su hija amada, a salvo y segura.
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