Hay Una Vivacidad en la vida de la mayoría de las personas de ánimo espiritual que conozco.
Estas son personas que han sido obedientes en poner a Dios en primer lugar en su vida, y han descubierto que esto produce una clase de experiencia muy distinta a la que los estereotipos tradicionales muestran sobre cómo viviría una persona religiosa.
Cuando se está con estas personas, simplemente se siente la riqueza y abundancia de la vida. Por cierto que no se siente que su espiritualidad haya limitado su humanidad. Por el contrario, ésta se ha enriquecido y expandido.
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