Es probable que una estatua de la Justicia con los ojos vendados simbolice la justicia bajo la ley. Pero la verdadera justicia exige visión; una habilidad para ver más allá de las presiones de la competencia y las complejidades legales hacia las soluciones equitativas. Este tipo de visión se alcanza mediante la oración,
en su carrera de leyes y en el gobierno en Argentina. La Dra. Mignone hace poco volvió a la práctica privada como abogada después de 13 años de servicio en el gobierno de Argentina, que incluyeron puestos en la oficina del Ejecutivo. En estas páginas ella explora algunas de las maneras en las cuales la oración ha puesto de manifiesto un sentido más elevado de justicia.Por lo general, las decisiones legales se basan en una evidencia tangible. ¿Por qué cree usted que la oración puede producir un efecto en los pleitos legales? Tengo un hermoso recuerdo de mi primer caso. Cuando me recibí de abogada un amigo mío me presentó a un joven que había comprado un lote en uno de esos loteos que se hacen a las afueras de Buenos Aires donde la gente de barrios más humildes puede comprar una propiedad. Lamentablemente, las empresas que venden la tierra a menudo no tienen escrúpulos. Dividen los lotes y los venden ofreciendo facilidades para que la gente pueda hacer su casa propia. Pero las compañías se aprovechan de la ignorancia y de la necesidad de muchas personas de tener su vivienda.
Este joven había comprado un lote y estaba pagando una cuota muy baja. Entonces, con los cambios de valores inmobiliarios que hay en Argentina y con los cambios de la moneda, de repente la empresa vendedora quiso cobrarle una cuota mensual tres veces más alta. Cuando él iba a pagar no le aceptaban ningún pago. La situación era tal que si él quedaba debiendo tres cuotas perdía su lote. La empresa ya se había negado a aceptar dos cuotas. Ya faltaban muy pocos días para que se le venciera su tercera cuota.
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