Fui criado en la Ciencia Cristiana y siempre he estado consciente de sus principios básicos, aunque no dependí grandemente de ellos hasta hace poco. Aun ahora me doy cuenta de cuánto más hay que aprender de las lecciones que Cristo Jesús enseñó, y que nuestra Guía, Mary Baker Eddy, explica tan bien en Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras.
Durante muchos años, consideré mi profesión como un fin en sí mismo que definía mi existencia. Esto me llevó a cambiar de profesión muchas veces y a un rápido descontento con la mayoría de los empleos. El resultado fue una infelicidad en general con mi vida, que se manifestó en problemas de salud tales como constantes resfriados y dolores de cabeza, así como uso excesivo de la bebida.
Fue solamente después de una época muy difícil que volví a la Iglesia de Cristo, Científico. Hubo dudas y luchas durante esos primeros años, pero una vez que tomé esa decisión, no me volví atrás. Hubo curaciones significativas de dificultades en relaciones personales, así como de los problemas antes mencionados, que me hicieron dar cuenta de cuánto habían llegado a significar para mí la Ciencia Cristiana y Dios.
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