¿Por qué contárselo a Él?
No estoy seguro de que lo quiera saber.
¿Acaso, deseo que lo sepa?
Dureza del corazón;
la veo por doquier.
Mi corazón endurecido se resiste a ablandarse;
a cambiar de rumbo, a ceder, a confiar...
La humildad despierta lentamente,
indecisa, llena de lágrimas.
Que siga oculta, que siga oculta.
¿Podré presentarme ante la luz?
Y, sin embargo, escucho que Él es Amor.
Amor que no es ciego,
no es sordo, no se escandaliza...
y que no se ha de apartar.
Paciente e infinito Amor,
¿puedes Tú quitarme mis temores, mi dolor?
Suave Luz, poderoso Amor,
que todo lo sabes, que todo lo ves,
muéstrame, todo cuanto soy...
es Tuyo, enteramente bueno.
Estoy preparado, orgullo enmudece;
estoy preparado
para ser el niño,
para creer, para escuchar, para confiar.
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