La casa de los Godfrey era el mejor lugar de la cuadra para jugar.
Rodrigo y Lucía siempre tenían entre manos muchos planes y les gustaba tener amigos para que los secundaran. Durante el verano tenían un jardín lleno de enormes girasoles; en el invierno transformaban su patio en una pista de patinaje sobre hielo.
Una vez, después que unos obreros sacaron un árbol enorme, todo el vecindario se reunió para cavar desde el agujero que dejó el árbol hasta llegar a China. En el sótano de su casa, Rodrigo estaba construyendo su versión del transatlántico Queen Mary. Para hacer el fondo del barco, utilizó un viejo tablón de madera que había servido como tabla de planchar, y cuando lo llevaron al lago hasta flotaba.
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