Derek: Están escuchando El Heraldo de la Ciencia Cristiana, que llega a ustedes desde La Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Boston, Massachusetts, E.U.A. Soy
.Laurie: Yo soy
está con nosotros. Paul, tú fuiste a América del Sur a hacer entrevistas.Paul: Estábamos juntando testimonios. Fuimos a varios países. Por ejemplo, una señora de Buenos Aires nos habló sobre la manera en que una mayor comprensión de nuestro Padre-Madre Dios la ayudó a criar a sus hijos. Me contó un poco acerca de la curación de su hija hace cuatro años. Escuchemos la entrevista.
Sandra, esta curación fue un momento decisivo para ti como madre ¿no es así?
: Sí, lo fue. En esa época mi hija era una bebé y no podía retener la comida normalmente. La examinó un pediatra. Pensé que me iba a decir simplemente que le diera otro tipo de alimento. Pero en lugar de eso me dijo que tenía un problema sumamente serio en el estómago. Si esto continuaba, dentro de uno o dos meses ella no podría retener ningún alimento.
Me dijo que se estaba refiriendo a que iba a tener que estar bajo tratamiento durante casi un año, y que tendría que traer los medicamentos de los Estados Unidos; tendría que viajar allí o pedirle a algún conocido que me los trajera.
Mi marido, que no era Científico Cristiano, estaba allí y le pedí: "Por favor, antes de iniciar este tratamiento, ¿me darías tu consentimiento para llamar a una practicista de la Ciencia Cristiana, a alguien que nos ayude por medio de la oración? ¡He tenido tantas pruebas del cuidado y del amor de Dios!" Mi marido me dijo: "Sí, puedes hacerlo."
Paul: El te quería y sabía que tú querías a tu niña.
Sandra: El confiaba en que lo que iba a hacer con la ayuda de la practicista podía ser positivo. Llamé a la practicista. Lo primero que me dijo fue: "Esta es la hija de Dios y El la ama; la ama mucho". Me recomendó que leyera Ciencia y Salud por la Sra. Eddy. Desde que era pequeña he estado leyendo este libro porque fui criada en la Ciencia Cristiana. En él dice: "El Amor divino siempre ha respondido y siempre responderá a toda necesidad humana". Esto realmente me consoló mucho porque sabía que iba a ser así. El Amor divino, Dios, iba a responder a mi necesidad, y a la de mi familia, y a la necesidad de mi pequeña hija. Y yo estaba muy segura de esto.
Paul: ¿Cómo se sentía tu hijita?
Sandra: Estaba muy feliz. Nunca estuvo realmente triste. Nunca lloraba. Yo le cantaba algunos himnos del Himnario de la Ciencia Cristiana. Solía escucharme con mucha atención cuando lo hacía.
Al día siguiente retuvo la comida. Toda la situación cambió completamente. No hubo necesidad de la medicina porque estaba reteniendo sus alimentos. El pediatra dijo que había sido un milagro.
Paul: ¿Puedes contarnos la reacción de tu esposo ante esta curación?
Sandra: Los dos estábamos muy agradecidos. En este caso, nuestra pequeña hija nos enseñó algo muy importante. Realmente entendí que el amor de Dios está siempre presente y que está aquí ahora para cada uno de nosotros.
Paul: He estado hablando con Sandra Kaderabek en Buenos Aires, Argentina.
Derek: Laurie, ¿No te parece interesante que a través de toda la Biblia muchas veces se mencionan niños y que han sanado mediante la oración?
Laurie: Sí, y además, en el Nuevo Testamento, naturalmente, Cristo Jesús sanó niños.
Derek: El conocía el todo poder de su Padre celestial. ¿Acaso eso no es alentador para nosotros, saber que cuando recurrimos a Dios, nos estamos volviendo a la fuente de todo el poder, y la victoria es absolutamente segura?
Si desean escuchar un programa completo de El Heraldo de la Ciencia Cristiana, escriban para recibir una lista de frecuencias de onda corta en su localidad: El Heraldo de la Ciencia Cristiana; P.O. Box 58; Boston, MA, E.U. A. 02123.