En El Manual de La Iglesia Madre, Mary Baker Eddy cita estas palabras de Pablo en 1 Corintios: "Glorificad... a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios". La Ciencia Cristiana nos enseña cómo hacer que esta glorificación de Dios en cuerpo y espíritu sea práctica y tangible. La aplicación de estas enseñanzas me permitieron probar el poder de Dios.
En enero de 1989, mientras me hallaba de vacaciones en la playa, sentí que se había agudizado una molestia que había estado sufriendo durante varias semanas. Empecé a sentir un dolor tan intenso que pedí a mi esposa que buscara un médico. La consulta con el médico resultó en hospitalización. Los médicos me recomendaron con urgencia que me operara de la vesícula. Rechacé la idea, aunque, para ser sincero, más por el temor a la operación en sí que como resultado de lo que había comenzado a aprender mediante mi nuevo estudio de la Ciencia Cristiana.
Decidí consultar otros médicos, entre ellos un amigo cercano. El veredicto fue unánime. Debía operarme porque la vesícula había sufrido un daño irreversible.
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