Mi Primera Curacion en la Ciencia Cristiana fue de estreñimiento crónico que me tuvo esclavizado por treinta años. Estoy agradecido a Dios por la practicista a quien recurrí para que orara por mí. Me sané rápidamente de este problema, y mi curación ha sido permanente.
Una de las declaraciones de Ciencia y Salud por la Sra. Eddy que me impresionó en esa época fue: “La Mente es la fuente de todo movimiento, y no hay inercia que demore o detenga su acción perpetua y armoniosa”.
Después de esta curación me hice miembro de La Iglesia Madre y de una iglesia filial, a través de la cual sirvo activamente a la comunidad.
También tomé instrucción en clase de la Ciencia Cristiana y ahora puedo ayudar a mi prójimo y a mí mismo. Hay un himno en el Himnario de la Ciencia Cristiana que me ha ayudado a comprender que Dios es nuestro único Médico y sana todas nuestras enfermedades:
Hoy vive aún el gran Doctor,
Que amigo y guía es;
El Sanador de Nazaret
Contigo siempre está.
Bogotá, Colombia
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