Melinda tenía problemas. A ella le encantaba pasar mucho tiempo con su hermana mayor, Molly, y hacer todo lo que ésta hacía. Pero a Molly no siempre le agradaba esto, había muchas cosas que le gustaba hacer sola. Otras veces, para que Molly le prestara atención, Melinda la importunaba. Entonces Molly le decía y hacía cosas desagradables, y terminaban discutiendo y peleando.
Un día, cuando los problemas con Molly se habían vuelto terribles, Melinda resolvió irse de la casa, así ya no tendría que tratar de llevarse bien con Molly. Llamó a una amiga e hizo planes para encontrarse con ella a la mañana siguiente en la gasolinera de la esquina a las 6:30.
La mamá de Melinda se enteró del plan, y comenzó a pensar en las historias de la Biblia que se refieren a personas que quisieron huir de sus problemas. Luego Melinda y su mamá hablaron sobre algunas ideas importantes.
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