Quiero Expresar Mi gratitud por las muchas pruebas del cuidado de Dios que he tenido en la Ciencia Cristiana.
En 1961, cuando se construyó el muro en Berlín, los que vivíamos en la parte este de la ciudad no pudimos seguir asistiendo a los servicios en las iglesias filiales de la Ciencia Cristiana en la parte oeste de la ciudad. De alguna manera nos sentíamos abandonados y deseábamos muchísimo mantener contacto con Científicos Cristianos. Este deseo se hizo realidad. Después de varios años conocimos muchos amigos queridos que venían con regularidad de la parte oeste de la ciudad a visitarnos y a compartir sus experiencias de curación. Su amor y cuidado sirvieron de ejemplo maravilloso para nosotros. Hoy todavía seguimos en comunicación y estoy muy agradecida por esta amistad.
Quiero compartir una curación que tuve hace algunos años. Un día descubrí un tumor detrás de una rodilla. Pronto, apenas si podía caminar; me dieron licencia por enfermedad y me dijeron que era necesaria una operación. Durante ese tiempo yo no tomaba ningún medicamento, sólo usaba un vendaje. Oré a Dios y estudié bastante a fin de resolver el problema por medio de la Ciencia Cristiana. El dolor cesó y pude volver a caminar normalmente, pero el tumor no desapareció. Pedí entonces la ayuda mediante la oración de una practicista de la Ciencia Cristiana. Ella dirigió mis pensamientos hacia Dios y la realidad espiritual del ser que es todo armonía. En muy poco tiempo el tumor desapareció, por lo cual, aún hoy, estoy muy agradecida.
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