En medio de una búsqueda de empleo, podemos preguntarnos una y otra vez, especialmente si parece haber pocas perspectivas: ¿Valgo algo realmente? Pero ésta no tiene que ser una pregunta desmoralizadora si se hace en el contexto de la oración. La oración abre un panorama nuevo en lo que se refiere a lo que valemos y a nuestros verdaderos recursos como lo indica esta entrevista con la consultora de empleos Dianne Hartshorn.
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