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Mensaje de la Oficina de la Secretaria

La unción del Amor en la actividad de los enfermeros de la Ciencia Cristiana

Del número de septiembre de 1992 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Mucha Gente Se puede preguntar en qué se diferencia la actividad del enfermero de la Ciencia Cristiana de la del enfermero tradicional. Aquí hay algunas ideas preparadas por la División de las Actividades de los Enfermeros de la Oficina de la Secretaria de La Iglesia Madre.

Por casi cien años los enfermeros de la Ciencia Cristiana han brindado cuidado compasivo, hábil y capaz a muchas personas que confían en la curación por medio de la Ciencia Cristiana. Debido a que el tratamiento en la Ciencia Cristiana es completamente espiritual y no involucra diagnóstico físico ni medios médicos para promover la curación, algunos se pueden preguntar qué hacen realmente los enfermeros de la Ciencia Cristiana. Después de todo, ¿cómo puede un enfermero cuidar en forma apropiada a alguien sin tales conocimientos?

La experiencia de una madre Científica Cristiana ilustra un aspecto fundamental de la actividad de los enfermeros de la Ciencia Cristiana.

Mientras recogían del suelo algunos papeles en casa, la madre repentinamente sintió un intenso dolor en la espalda. Gritó pidiendo ayuda. De inmediato, su hija de once años se acercó a ella. Cuando le dijo que no podía moverse, la niña le respondió compasivamente: “Sí, tú puedes”. Su seguridad y confiada calma se transformó en una guía para la madre cuando el dolor, la urgencia y el pánico le parecían muy abrumadores. Llamaron a un practicista de la Ciencia Cristiana, para solicitarle tratamiento metafísico. Durante los días que siguieron, su hija la cuidó. Cuando la madre no podía mover los brazos y las piernas, se sintió reconfortada por la dulce seguridad de su hija: “Está muy bien, lo haremos más tarde”. Su cuidado estaba animado por la esperanza, la compasión, la paciencia y una fe inquebrantable. Al poco tiempo, todo el dolor y la incomodidad desaparecieron y la madre sanó por completo.

Al relatar esta experiencia, la Científica Cristiana recordó vívidamente la forma tierna en que su hija cuidó de ella. Ya sea acomodando la almohada, preparando la comida, ayudándola a vestirse, “cada cosa que ella hacía era una expresión de amor”.

Este tipo de cuidado puro y amoroso es la base de la actividad de los enfermeros de la Ciencia Cristiana. Se puede describir como la unción del Amor que está en acción en la actividad de los enfermeros.

La unción a menudo se refiere a un acto de ungimiento, como con un ungüento o aceite. Esto tiene un significado espiritual en la Ciencia Cristiana. Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, describe el aceite, en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, como “consagración; amor; dulzura; oración; inspiración celestial”. Los enfermeros de la Ciencia Cristiana aplican en forma consagrada estas cualidades divinas a todo lo que hacen por sus pacientes. Su compromiso especial con este ministerio espiritual lleva a su trabajo más allá de la función tradicional del que “brinda cuidado”, a la demostración de que el Amor divino es la fuente y el dador de todo el cuidado.

En el Antiguo y en el Nuevo Testamento encontramos ejemplos del cuidado amoroso y maternal que tiene Dios por su creación. The New English Bible describe la tierna promesa de Dios en el libro de Jeremías: “Desde siempre te he amado profundamente y aún hoy mantengo mi infalible cuidado por ti”. Cristo Jesús expresó este infalible cuidado a lo largo de su ministerio sanador. A través de parábolas y de la práctica, él exigió obediencia al mandato divino “Que os améis unos a otros; como yo os he amado”. Los enfermeros de la Ciencia Cristiana se esfuerzan por practicar su vocación desde esta base espiritual.

La Sra. Eddy escribió un Estatuto en el Manual de La Iglesia Madre, que brevemente resume los requisitos que debe cumplir un enfermero de la Ciencia Cristiana.

“Un miembro de La Iglesia Madre que se acredite como enfermero o enfermera de la Ciencia Cristiana, deberá tener un conocimiento demostrable de la práctica de la Ciencia Cristiana, comprender a fondo la sabiduría práctica necesaria respecto al cuarto de un enfermo, y que pueda cuidar bien del enfermo” (Art. VIII, Sec. 31).

Es significativo que este Estatuto identifica como primer requisito, que los enfermeros deben ser miembros de La Iglesia Madre y practicar la Ciencia Cristiana. Este compromiso de sanar como lo hizo Cristo es crucial en la actividad de los enfermeros de la Ciencia Cristiana y fundamenta todo aspecto de su trabajo.

Algunas veces, aparecen preguntas sobre la ética de la actividad de los enfermeros de la Ciencia Cristiana. Las obligaciones morales y las reglas que gobiernan la práctica de la Ciencia Cristiana se deben seguir fielmente.

Hay un aspecto que incumbe a los enfermeros de la Ciencia Cristiana. El enfermero ayuda a cuidar de las necesidades esenciales de los pacientes, entre ellas todo aquello que sea relativo a su aseo y a su bienestar, sus actividades normales, la preparación de las comidas, y el lavado y vendaje de heridas. No obstante, los enfermeros de la Ciencia Cristiana no intentan controlar o manejar los asuntos personales o financieros de sus pacientes. Tampoco dan sus puntos de vista u opiniones acerca de las circunstancias o condiciones de los pacientes.

Si bien brindan una ayuda práctica a aquellos que están buscando la curación espiritual a través de la oración, los enfermeros de la Ciencia Cristiana son muy cuidadosos de no ser absorbidos o estar ansiosos por la condición física o los síntomas de sus pacientes. No tratan de mezclar métodos materiales o técnicas de ayuda humana (tales como masajes o manipulación) con el método espiritual puro del tratamiento y curación de la Ciencia Cristiana.

Los enfermeros de la Ciencia Cristiana constantemente recurren a Dios en busca de inspiración y discernimiento sobre la mejor manera de satisfacer las necesidades individuales de cada paciente. Esto requiere de una firme disciplina de pensamiento, de una oración vigilante, de paciencia y de humildad.

En todos los casos el trabajo del enfermero se apoya en la oración. El enfermero constantemente mantiene sus pensamientos colmados de verdades espirituales sobre Dios y el hombre que son el fundamento para toda demostración en la Ciencia Cristiana. Los pensamientos espiritualizados de los enfermeros y su tierno cuidado son como una lumbrera para el paciente, y nunca interfieren con el tratamiento específico que le está proporcionando un practicista de la Ciencia Cristiana, sino que siempre respalda el trabajo de curación.

Algunas veces se pregunta acerca de la compensación financiera. ¿Cuál es el honorario justo para un enfermero de la Ciencia Cristiana? Esta pregunta la contesta cada enfermero en forma individual. Una enfermera describió su sentir sobre este asunto en la forma que la mayoría de los enfermeros de la Ciencia Cristiana seguramente podrían estar de acuerdo: “Para mí, la compensación no se encuentra en el dinero material sino en la riqueza espiritual. ¿Por qué soy enfermera? Porque Dios me ha guiado a hacer esto como una forma de expresar Su cuidado en mi vida diaria”. Entonces, si bien los enfermeros de la Ciencia Cristiana deben recibir adecuada recompensa por su trabajo, la remuneración monetaria nunca es el motivo para seguir esta vocación. Los enfermeros de la Ciencia Cristiana se esfuerzan por cuidar de los enfermos con las mismas cualidades de compasión y visión espiritual que demostró Cristo Jesús. Ellos recurren a Dios, el Amor divino, para que le brinde la inteligencia, intuición, inspiración, habilidad y fortaleza que necesitan.

Se invita a aquellos que atesoran la naturaleza del amor de Dios y anhelan demostrar Su cuidado por otros, a escribir para solicitar más información sobre la actividad de los enfermeros de la Ciencia Cristiana.

The First Church of Christ, Scientist
Nursing Activities, A–174
175 Huntington Avenue
Boston, MA, E.U.A. 02115.

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