Mi Gratitud Es grande por el amor y la omnipotencia de Dios y por la acción de Su ley infalible. La siguiente curación es una maravillosa prueba del todo-poder de Dios.
A temprana edad, se diagnosticó que mi hijo padecía de un serio retraso mental en varias áreas de su desarrollo. También se hizo mención de que era probable que tuviera un posible daño cerebral de nacimiento, lo cual, me informaron, restringiría aún más su desarrollo. Se matriculó al niño en un jardín de infantes para niños con necesidades especiales, y me informaron que él no podría asistir a otro tipo de escuela en el futuro.
Cuando esto sucedió, hacía casi ocho años que yo conocía la Ciencia Cristiana. Como resultado de las oraciones de un practicista de la Ciencia Cristiana a quien recurrí, hubo un progreso continuo y obvio en el desarrollo de mi hijo. Al mismo tiempo, hubo cambios positivos en su disposición y en su conducta.
El practicista oró conmigo. El hecho espiritual de que el hombre es el hijo de nuestro Dios, el Espíritu, totalmente bueno y amoroso, fue la base de nuestras oraciones. Comprendí que la afirmación de que la vida está en la materia, donde puede estar en desorden o se la puede dañar, no era el factor determinante que parecía ser. En realidad, el hombre es el reflejo perfecto y espiritual de Dios, que expresa solo las cualidades que derivan de El.
Entre otras cosas, estudié las respuestas de Mary Baker Eddy a la pregunta: “¿Qué es el hombre?” en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras. Comienza así: “El hombre no es materia; no está constituido de cerebro, sangre, huesos y otros elementos materiales. Las Escrituras nos informan que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios”. En otra parte del mismo libro, se describe a los niños como “los pensamientos y representantes espirituales de la Vida, la Verdad y el Amor”. Estos pasajes me ayudaron a reconocer mejor aún que mi hijo es el linaje perfecto y espiritual de Dios.
Al final del curso escolar, pudimos transferir a nuestro hijo a un jardín de infantes regular. Aprobó con muy buenos resultados todos los exámenes a que se somete a todos los niños en edad pre-escolar.
Sin embargo, antes de que ingresara a la escuela primaria, sus maestros, que habían leído su historia clínica, se preocuparon porque no estaban seguros de que pudiera mantenerse a la par de los otros niños en la escuela y comprender totalmente la lectura, escritura y aritmética. Pero cuando oí esto, me mantuve firme en mi comprensión de que la ley divina gobierna al hombre y que el muchacho estaba sujeto solamente a esta ley.
La curación completa de mi hijo ha sido evidente por sus logros académicos. Ahora está en cuarto grado, y en uno de los informes acerca de sus estudios, se destacó que, además de sus logros sobresalientes, él ha progresado mucho en su relación con sus compañeros. Además, la maestra de su clase en la escuela primaria me recomendó que matriculara a mi hijo en el Gimnasio, que en nuestro país es una escuela secundaria para los estudiantes más inteligentes y prometedores.
También quiero agregar que mi hijo está inscrito en una Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana. A él le gusta leer la Lección Bíblica que aparece en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana, tiene un buen conocimiento de la Biblia y ora bastante.
Estoy profundamente agradecida porque sé que la Ciencia Cristiana sana. También doy gracias por la consagrada labor de los practicistas de la Ciencia Cristiana y de los maestros de la Escuela Dominical.
