A Comienzos De 1991 sentí repentinamente un dolor en los riñones y síntomas de tener cálculos renales. No podía realizar las tareas domésticas y tenía que permanecer en cama. Una practicista de la Ciencia Cristiana oró por mí y me dio una maravillosa guía para espiritualizar mi pensamiento. Esforzándome por tener pensamientos más puros, fui impulsada a buscar unos pasajes sobre el bautismo en Ciencia y Salud por la Sra. Eddy. Decía: “El bautismo por el Espíritu, que lava al cuerpo de todas las impurezas de la carne, significa que los de limpio corazón ven a Dios y están acercándose a la Vida espiritual y su demostración” (pág. 241).
Gracias a este estudio, muchas impurezas que tenía en el pensamiento quedaron al descubierto. Estas impurezas debían ser eliminadas. Me esforcé por sacar el mal, la preocupación y hasta las pequeñas molestias de mi consciencia y llenarla con pensamientos de Dios, el Amor divino. Lentamente el dolor disminuyó y pude comer de nuevo, después de no poder retener nada por algún tiempo.
Antes del fin de semana me sentía tan bien que pude ir con mi hija a un recital de música, donde acompañé con el piano a unos jóvenes violinistas.
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